EFEverde.- La grave contaminación que sufren numerosas ciudades chinas como Pekín está presionando a la baja la venta de petardos y fuegos artificiales para el Año Nuevo chino, fecha en la que es costumbre explotarlos para «alejar» la mala suerte.

Ya sea por restricciones o prohibiciones, los números están bajando este 2015, según los últimos datos oficiales recogidos por la prensa oficial hoy.
Un total de 138 ciudades del país asiático han impulsado prohibiciones y 536 urbes han implementado restricciones en relación a los fuegos artificiales hasta ahora con el objetivo de disfrutar de un cielo más limpio durante estas marcadas fechas, anunció el Ministerio de Seguridad Pública.
En concreto, en Pekín la demanda ha caído un 20 por ciento este año, a consecuencia de la reducción de días para poder venderlos.
Recorte en los días y en los puestos de venta
La preocupación por la contaminación del aire de la capital, que hoy ha vuelto a amanecer envuelta en una densa capa de polución grisácea que dificulta la visibilidad, ha llevado a las autoridades a permitir la venta de petardos y demás fuegos durante 11 días, en lugar de los 20 de otros años.
Además, y volviendo a tomar Pekín como ejemplo, el Gobierno local ha recortado hasta en 100 el número de puestos que están desde el viernes pasado en las calles vendiendo estos productos, este año un total de 942.

Fuegos artificiales “ecológicos”
En esta festividad del Año Nuevo, en la que se dará paso al signo de la cabra, el Ejecutivo también quiere impulsar la venta de fuegos artificiales “ecológicos”, que, con distintos componentes, contaminan en menor medida.
No obstante, esta opción resulta entre un 10 y un 15 por ciento más cara que los fuegos artificiales normales.
Según comentó uno de los gestores de una compañía de distribución de fuegos artificiales, los vendedores este año están siendo más precavidos y apuntó que algunos han incrementado la oferta de “fuegos ecológicos” de un 30 a un 70 por ciento, recoge la oficial Xinhua.