Primoz Roglic dio el primer paso hacia la victoria París-Niza al terminar tercero en la contrarreloj individual en Gien, tomó las riendas gracias a su victoria de etapa en Chiroubles, apretó el control con su victoria en el sprint en Biot y el final en La Colmiane pudo ser el último acto en su conquista de la Carrera al Sol. Dada la impresión que ha dejado el esloveno en lo que va de carrera, es el gran favorito para retener e incluso reforzar su ventaja general al final del trayecto de 119,2 km hasta La Colmiane.

La pequeña estación de esquí se ha convertido en un clásico París-Niza en los últimos cuatro años con dos finales de etapa ganadas por Simon Yates en 2018 y por Nairo Quintana el año pasado, cuando la escalada de 1a categoría marcó el final de una corta Carrera al Sol asegurada. por Maximilian Schachmann (Bora-Hansgrohe). El alemán, segundo en la general a 41 segundos del dos veces ganador de la Vuelta, sigue siendo su principal rival aunque no sea un escalador puro. Pero conoce bien el ascenso y el año pasado demostró que podía competir con los mejores en la montaña. Después del accidente que obligó al estadounidense Brandon McNulty a salir de carrera en la etapa 6, el otro desafío a las ambiciones de Roglic será montado por la pareja de Astana de Ion Izagirre y Aleksandr Vlasov. El director de su equipo, Dmitry Fofonov, prometió «inventar algo tácticamente» para intentar eclipsar a Roglic y el equipo kazajo tiene otros activos en Luis León Sánchez y Omar Fraile. Los otros escaladores que quedan en la carrera intentarán tanto buscar una victoria de etapa como mejorar su posición general: el francés David Gaudu (Groupama-FDJ), Guillaume Martin (Cofidis), Warren Barguil (Arkea-Samsic) y Pierre Latour ( Total Direct Energie) esperan tener sus mejores etapas este día, mientras que el ganador del París-Niza 2017 Sergio Henao (Qhubeka-Assos), el sudafricano Louis Meintjes (Intermarché-Wanty Gobert) y los belgas Tiesj Benoot (DSM) o Thomas De No se puede descartar Gendt (Lotto-Soudal).