El calentamiento global y el cambio climático han sido temas recurrentes desde hace al menos dos décadas. Con anterioridad se predijeron estos cambios, sin embargo, se pensaban como un futuro lejano. La realidad es que el problema nos viene pisando los talones desde hace algunos años y los estragos están empezando a hacer de las suyas en nuestro planeta. Simplemente el colapso climático parece estar más cerca de lo que creemos.
La historia de la incidencia de la humanidad en el calentamiento global se remonta a la revolución industrial, en el siglo XIX. Este fue el punto crucial donde las máquinas de vapor ganaron popularidad y se desarrollaron todo tipo de tecnologías de combustibles fósiles. A partir de aquí, las horas han estado contando en reversa para la Tierra.
Incumplimiento del Acuerdo de París
Con una humanidad sumamente inmiscuida en la tecnología, el consumismo y desligada de la responsabilidad ambiental, de a poco los estragos comenzaron a resonar en nuestros ecosistemas. Hoy en día, las consecuencias son devastadoras y hemos cruzado los límites alarmantes; la temperatura media promedio podría sobrepasar por 1.5°C la temperatura de la época pre industrial, en un tiempo menor al antes estimado. Los datos son claros y amenazan con poner en peligro el cumplimiento del Acuerdo de París.
Este es el primer acuerdo universal y jurídicamente vinculante sobre el cambio climático, firmado en abril de 2016 por al menos 55 naciones. En él, los gobiernos se comprometen a coadyubar a mantener el aumento de temperatura media mundial muy por debajo de los 2°C sobre los niveles preindustriales. El límite, según el acuerdo, sería de 1.5°C lo que reduciría considerablemente los riesgos y el impacto del cambio climático.
Las investigaciones sugerían que en la actualidad sobrepasamos por 1.07°C la temperatura global media, por esta razón se estipuló un límite de 1.5°C. El problema es que la actualización más reciente de datos, indica que ya hemos alcanzado esta última cifra y estaríamos en el límite, lo que deriva en el incumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París, tan necesarios para darle un revés a la situación.
Las nuevas cifras ponen en jaque a la humanidad, que parece estar estancada en las políticas de cuidado ambiental sin lograr grandes aplicaciones para frenar la situación. Las cartas están sobre la mesa, los gobiernos del mundo deben urgir en los esfuerzos para realmente generar un cambio en la situación. De lo contrario, las consecuencias aparte de desastrosas, serían insostenibles y llegarán al punto de no retorno.
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