El serbio remontó un 0-2 a Stefanos Tsitsipas en el partido decisivo

Novak Djokovic reescribió la historia este domingo en Roland Garros. Al proclamarse campeón del torneo remontando 6-7(6), 2-6, 6-3, 6-2, 6-4 a Stefanos Tsitsipas, el serbio sumó su decimonoveno título de Grand Slam, colocándose a uno del récord absoluto (20) que comparten Roger Federer y Rafael Nadal, y se convirtió en el primer tenista de la Era Open que consigue celebrar al menos dos veces cada corona en los cuatro torneos grandes.

Después de dos emocionantes victorias en semifinales, y dos semanas dramáticas y llenas de emoción en París, Djokovic y Tsitsipas se midieron en la Philippe Chatrier por la Copa de los Mosqueteros.

Con el ATP Head2Head favorable al serbio, que dominaba a su rival por 5-2, el griego intentó impedir la victoria, y estuvo muy cerca al ganar los dos primeros sets del partido. Djokovic, sin embargo, le dio la vuelta al encuentro de manera formidable. 

Tsitsipas arrancó el partido salvando dos puntos de break con su saque en un juego inicial que duró más de ocho minutos, y en el que Djokovic trató de sacar las garras desde el inicio, metiendo presión para fabricarse esas dos oportunidades de rotura que no pudo convertir, con su contrario cerrando el juego de la mano de tres saques directos consecutivos.

Durante ese comienzo, el griego se mostró muy decidido a buscar las líneas, apostando por la agresividad para intentar de frenar al No. 1 del FedEx ATP Rankings.

A la media hora de partido, todo igualado en el marcador (3-3), Djokovic sufrió una caída corriendo a por una bola junto a la red, y terminó tirado por los suelos en el lado de la pista de su oponente.

Sin que eso tuviese repercusión en el juego, Djokovic y Tsitsipas continuaron ofreciendo un espectáculo increíble ante la grada de la Philippe Chatrier, poblada por 5000 personas para asistir a una gran final entre dos de los jugadores más en forma de 2021.

Con 5-4, Tsitsipas tuvo una bola de set para haberle dado un golpe importante al partido, pero Djokovic la salvó en un intercambio impresionante, el mejor del encuentro hasta ese momento, en el que el serbio elevó su nivel para sortear ese peligro tan grande.

A continuación, justo en el juego siguiente, Djokovic consiguió un break con el que se colocó 6-5 y su saque, pero volvió a perder la ventaja debido a una rotura del griego y el cruce se marchó al desempate.

En ese tie-break, Tsitsipas se puso 4-0, pero el serbio se las apañó para darle la vuelta y llegó a tener un punto de set con 6-5, anulado por su contrario. Entonces, el griego apretó para llevarse la primera manga ante su rival.

Después de hacerse con el primer set en un desempate frenético, Tsitsipas arrancó el segundo decidido a darle un golpe decisivo a Djokovic. En consecuencia, le rompió el saque al serbio en el primer juego de ese segundo parcial e hizo más grande la ventaja.

A lomos de una confianza impresionante, Tsitsipas dictó el juego en los intercambios ante el serbio, dándole muchísimo protagonismo a su derecha y haciéndole daño a Djokovic con ese golpe.

Con 4-2 en el marcador de ese segundo set, Tsitsipas volvió a aprovechar la ocasión para hacerle otro break a Djokovic y se puso 5-2, con una gran ventaja que no dejó escapar, haciéndose también con el segundo set, que cerró con un saque directo.

Cuando más complicado lo tenía, Djokovic firmó un arrebató de campeón desde el inicio del tercer parcial. El serbio abrió con break esa tercera manga, poniéndose 4-1 en un parpadeo y apurando sus opciones para seguir vivo en la final.

El No. 1 aumentó su agresividad, minimizando los errores no forzados, y esa apuesta por el riesgo le salió bien, consiguiendo ganar el tercer set para mantener vivas sus opciones de poder ganar el trofeo.

Manteniendo la línea ascendente, Djokovic comenzó con un doble break que le allanó el camino hacia su objetivo: forzar el quinto set y llevar a Tsitsipas al límite.

Aunque el griego intentó frenar el vendaval, el serbio siguió apostando por ser agresivo para deshacer el enredo en el que se metió al ceder los dos primeros parciales de la final, lográndolo al derribar la puerta del parcial decisivo de una patada.

Al igual que en los sets anteriores, Djokovic comenzó el quinto con un impulso imposible de frenar por el griego. Y así, mostrando un nivel fantástico, el No. 1 se acercó hasta el triunfo a toda velocidad.

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