Una pequeña mejora en los sistemas de reciclaje permitiría la recuperación y entrada de las cápsulas de café en el circuito de la economía circular para el reciclaje del aluminio, un metal del cual se ha conseguido aprovechar “el 75 % de todo el fabricado desde hace 100 años”.

Además, la reutilización de chatarra de aluminio en la producción del metal permite una reducción de “un 92 % de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera”, según expertos consultados por EFE sobre la recuperación del aluminio de las cápsulas de café.

Reciclaje y recuperación

Sin embargo, en España todavía no es posible reciclar las cápsulas fabricadas con aluminio a través de los contenedores amarillos, porque los residuos plásticos pasan por un “trómel de criba” -cilindro con cavidades por donde se arrojan los objetos impropios que se cuelan entre los envases- y esos pequeños envases “se cuelan por los orificios perdiéndose su cadena de reciclaje”, explica la representante de la Asociación de reciclaje de aluminio Arpal, Olga Roger-Loppacher.

Reciclaje residuos. EFE/Javier Blasco

Con el aluminio reciclado es posible la fabricación de cajas, mobiliario urbano y doméstico y componentes para todo el sector industrial, según los expertos.

Para abarcar este problema, la representante de Arpal propone a los usuarios unir aquellos productos de menor tamaño “en una bola” con el fin de que no caigan con el resto de (residuos) impropios y acaben en el vertedero.

Primeros pasos en Valencia 

Recomienda, además, seguir “el ejemplo de Valencia”, que ha mejorado las plantas de reciclaje para que se puedan arrojar estos restos al contenedor amarillo, porque, advierte, en el resto de España “todavía no se deben tirar las cápsulas de café al contenedor de envases”.

En 2020, el Ayuntamiento de Valencia, la Generalitat Valenciana y la Coalición por el reciclaje de Aluminio y Acero Ligero (Coaali) recuperó 51.100 kilos de aluminio tras la puesta en marcha de la campaña ‘Si és lluent, va al groc’ (Si es reluciente, va al amarillo) para la recogida, clasificación y reciclaje del metal, según datos de la Generalitat del ejercicio pasado.

Según Roger-Loppacher, en total, el 75 % de todo el aluminio que se ha fabricado desde hace 100 años se encuentra actualmente en uso gracias a su versatilidad y resistencia y, si la iniciativa valenciana “funciona”, se podría extrapolar al resto de España.aluminio contenedor amarillo

Contenedores amarillos. EFE/ARCHIVO

Las plantas de reciclaje valencianas disminuyeron el diámetro de los agujeros del trómel de criba para evitar que las pequeñas piezas acabasen con el resto de residuos, una solución que “sería factible si se hiciese lo mismo en el resto del país”, añade.Su reciclaje requiere veinte veces menos energía que su producción, excelente para un modelo de economía circular y para impulsar la mejora en el proceso, “ya que no se descompone en presencia de agua ni contacto con el aire”, explica la directora General de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER), Alicia García-Franco. 

García-Franco recalca que, con el uso de chatarra de aluminio en la producción del metal, “se reduce un 92 % de emisiones de gases de efecto invernadero”.

Sin embargo, una campaña para la recuperación de las cápsulas puesta en marcha en España por Nespresso, la empresa comercializadora de estos productos,  solo ha conseguido el 10 % de reciclajede los elementos en la última década, en 2.000 puntos repartidos en las tiendas oficiales, centros comerciales o contenedores apropiados para su depósito.

García-Franco recomienda a los fabricantes pensar en diseños sostenibles “de sus productos pensando que en el futuro tienen que reciclarse”.

Reciclaje en otros países

En Francia se han querido seguir los pasos de mejora del proceso de reciclaje de las cápsulas del café para promover la economía circular aumentando los lugares de recogida de los residuos pequeños.

La compañía francesa, Veolia, en colaboración con la Alianza para el Reciclaje de Cápsulas de Aluminio (Arca), pretenden “aprovechar” las propiedades que “maximiza” su reciclaje y se han establecido hasta cinco mil puntos de recogida en diferentes zonas donde arrojar este material.

Esta iniciativa del país galo ya permite que un 35% de la población francesa pueda acceder a un contenedor de clasificación para depositar las cápsulas de aluminio y, calculan, que para el año 2022 la mitad de los franceses ya puedan reciclar estos elementos en los lugares apropiados para ello.

EFEverde