Un bombero trabaja en la extinción del fuego desencadenado en la costa francesa. EFE/EPA/GUILLAUME HORCAJUELO

El gran incendio que desde el lunes por la tarde afecta al macizo de los Moros en Francia, a pocos kilómetros de la costa, “no está controlado” y ya ha recorrido 7.000 hectáreas de bosque mediterráneo, 5.000 de las cuales han quedado destruidas por el fuego.

La portavoz de los bomberos en el departamento de Var ha explicado, en declaraciones a la emisora France Info que 1.000 de esas 5.000 hectáreas han ardido durante la pasada noche, en la que los bomberos han tenido que hacer frente a cambios en la dirección del viento que les ha obligado a cambiar de posición.

10.000 evacuados

De las 10.000 personas que fueron evacuadas desde que se declaró el fuego junto a un área de la autopista en el municipio de Gonfaron, la mayor parte de siete cámpings, 7.000 han tenido que ser realojadas la pasada noche y la portavoz no cree que puedan regresar hoy a los lugares de los que hubieron de salir.

De hecho, la Prefectura (delegación del Gobierno) del departamento del Var con capital en Tolón insiste en un comunicado en que “las personas evacuadas no deben absolutamente volver a su domicilio o a su centro de vacaciones”.

“El fuego no está controlado” -subrayó la portavoz- aunque “está contenido” y “progresa mucho menos” porque el viento es menos virulento, aunque se teme que se repitan ráfagas fuertes.

Según la Prefectura, más de 1.100 bomberos trabajan contra el fuego. Desde las 7.00 de la mañana (5.00 GMT) han reanudado los vuelos los hidroaviones y los helicópteros que van a ser cruciales para detener el avance de las llamas.

La portavoz de los bomberos hizo hincapié en que, pese a la importante destrucción de masa boscosa y de que al menos un centenar de viviendas hayan resultado afectadas, las consecuencias podrían haber sido mucho más graves, sobre todo en términos humanos.

Alrededor de 20 personas heridas leves

Hasta primera hora de esta mañana, habían resultado ligeramente heridas entre una quincena y una veintena de habitantes de la zona, así como cinco bomberos.

El presidente francés, Emmanuel Macron, que se encuentra pasando las vacaciones en el fuerte de Brégançon, a unas decenas de kilómetros del fuego, se acercó ayer al centro de control de los bomberos y señaló que Francia este verano no ha sufrido la situación que han tenido otros países mediterráneos en el frente de los incendios, como Grecia, Turquía, Argelia o Marruecos.

Macron hizo hincapié en que aunque fenómenos como este no son nuevos en la región cuando se da una larga sequía y fuertes vientos, con el calentamiento climático se corre el riesgo de que sean más frecuentes y de que se produzcan en zonas del norte de Francia, incluso al norte del río Loira, donde hasta ahora no ocurrían. EFEverde