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David Hernando.- Un gran ojo, diseñado con “culos de las botellas de plástico de agua y refrescos que se consumen habitualmente”, obra del artista catalán Xavi Muñoz, trata de concienciar a la sociedad del impacto y la problemática que genera el plástico en el medio ambiente.
La obra, titulada “Iris”, es uno de los proyectos que participan este fin de semana en el festival de arte “Bañarte 2021”, que se celebra en la localidad riojana de Baños de Río Tobía y que tiene como protagonistas a distintas obras relacionadas con los sentidos.
Xabi Muñoz (Barcelona 1975) ha explicado, en una entrevista con EFEverde, que “Iris” simboliza la conciencia con el medio ambiente y ha detallado que su intención al crear esta obra fue “abrir los ojos” sobre la problemática que ocasiona el plástico en los ríos y el mar.
“De los ríos, el plástico llega al mar; después, se convierte en micro plásticos y, a su vez, estos micro plásticos alimentan a los peces que, después, las personas comemos”, ha detallado.
Baños de Río Tobía
Ha elogiado la actitud de Baños de Río Tobía –municipio de unos 1.600 habitantes– porque ha encontrado una señal de conciencia ambiental, ya que existe una lista de materiales nocivos para la naturaleza y el tiempo que ésta tarda en hacerlos desaparecer, como es el caso, por ejemplo, de una colilla de un cigarro, que cuesta unos dos años; una lata metálica, que tarda cuatro y una botella de plástico, que se necesitan mil años, ha precisado.
Muñoz se inspiró para crear este proyecto en otro, titulado “Cascada”, que presentará en Lima (Perú) el próximo mes de octubre, y en el que trata también de concienciar sobre la problemática del consumo del plástico y la deficiente gestión del agua en este país.
Es una obra hecha sobre un tapiz, también con culos de las botellas de plástico, pero en forma de pentágonos o estrellas y, todo ello, cosido con alambre, lo que hace que “sea una pieza muy ligera, que se cuelga desde el techo y que tendrá forma de cascada”.
Muñoz ha valorado iniciativas como el festival “Bañarte 2021”, que “permiten a los artistas desarrollar proyectos en un lugar que no es el suyo y trabajar con la comunidad local”.
Ha destacado, además, la cercanía y la libertad que existe en un pueblo a la hora de hacer un proyecto específico en comparación con una gran ciudad, ya que “esa actitud de inocencia de los pueblos genera que no se juzgue tanto y se disfrute”.
Complejidad de ser artista
Se ha referido también a la complejidad de la profesión de artista, aunque ha reconocido que “está cada vez mejor considerado que se cobre por exponer”.
“Los artistas, a veces, nos toca comer pan y queso durante varias semanas, pero nos compensa poder hacer lo que nos gusta”, ha asegurado, a la vez que ha lamentado que el pasado año algunas de sus exposiciones se aplazaran unos meses por la covid-19, aunque aprovechó el tiempo para trasladar su estudio a su vivienda y trabajar en varios proyectos a la vez.
Entre sus proyectos a corto plazo, además del de Perú, figuran una gran exposición al sur de Fráncfort, en Alemania, programada para el 3 de septiembre; o una pequeña exposición individual en el museo del vidrio de Alcorcón (Madrid) en noviembre.
En su currículum de exposiciones figuran “HEAVEN” (Barcelona, 2019); “LANDSCAPE” (Barcelona, 2016); “REM” (Inca, Mallorca, 2014); “BUTTERFLIES DREAM” (Barcelona, 2011) o “IN SOMNIS” (Madrid, 2011), entre otras.
También ha participado en exposiciones colectivas como “HYBRIS”, en León en 2017; “Intervalo”, en Bogotá (Colombia) en 2016; y “1000 wishes for Granada”, en Granada en el 2011, entre otras. EFEverde