Un niño reflejado sobre un río Paraná prácticamente seco es el protagonista del último mural del artista argentino Martín Ron, en una obra que pretende mostrar los efectos de la bajada del río en su paso por la localidad bonaerense de San Nicolás de los Arroyos, unos 240 kilómetros al norte de Buenos Aires.
Un mensaje de acción
En declaraciones a Efe, el autor de este mural de treinta metros de altura afirma que tras su llegada a la ciudad se encontró con “un río muy bajo y una preocupación de parte de todos los nicoleños”, que han visto afectada su economía y su estilo de vida habitual.
“Vi oportuno rescatar todo esto que pasa para hacernos preguntas a través de la metáfora, quizás sutil, que representa estos murales, desde lo bello, pero preguntándonos por qué estos niños están reflejados en un río bajo”, asegura Martín Ron.
La obra, situada en la calle Sarmiento de San Nicolás de los Arroyos, muestra a un niño pequeño, llamado Fausti, rescatando una flor autóctona, el irupé, sobre las orillas secas del río Paraná.
Dentro de unas semanas, el artista argentino, considerado uno de los mejores muralistas del mundo, finalizará otra obra a escasos cien metros de este mural, para que así dialoguen entre ellas.
“Generé una composición como si fuera un díptico, son dos obras que dialogan, porque encontramos a un nene y a una nena, cada uno en un edificio, que están mirando preocupados alguna especie autóctona de flora, a la cual deben salvar”, señala el muralista.
“El protagonista en ambas obras es el reflejo, entonces vamos a ver una situación de simetría y de reflejo en estos personajes, sobre un fondo negro, que nos evoca el río Paraná bajo”, añade.
En esta primera composición, Martín Ron ha empleado un total de 200 litros de pintura y le ha dedicado unas cuatro semanas a su realización.
Arte para generar conciencia
Según Martín Ron, esta iniciativa forma parte de un programa de arte urbano impulsado por el ayuntamiento local, con la intención de impulsar “obras de envergadura” que generen “un impacto positivo” en la sociedad y que sean, al mismo tiempo, un atractivo turístico.
Después de esa primera impresión agradable, el objetivo final del artista es que los transeúntes reflexionen, en este caso, sobre una crisis ambiental que ha provocado la mayor bajada del río Paraná en más de setenta años.
“Después de disfrutar de la obra, de alegrarse por lo linda que está, que no dejen de hacerse preguntas de por qué el reflejo y por qué los elementos de la composición, que hace que investiguemos un poco más y lleguemos al fondo de algunas cuestiones, como el tema ecológico de estas obras”, sostiene.
Según un reciente informe del Servicio Meteorológico Nacional de Argentina, el 75 % del área de la cuenca del Paraná está afectada por sequías moderadas o excepcionales, lo que equivale a unas 70 millones de hectáreas de superficie.
Esto se debe a la escasez de precipitaciones en la cuenca que alimenta al Paraná en Brasil, por lo que el río atraviesa una bajada histórica, con niveles no registrados desde 1944. EFEverde