La selva del Amazonas, de unos de 550 millones de hectáreas, está perdiendo su capacidad de absorber dióxido de carbono (CO2) del aire, advirtió un estudio que publicó el miércoles la revista “Nature”.

A nivel mundial, los bosques absorben hasta 2.4 mil millones de toneladas métricas de carbono cada año, y la selva amazónica absorbe una cuarta parte del total.
Durante las últimas dos décadas, indican los científicos, los árboles de la mayor selva tropical del planeta mueren a un ritmo creciente, para debilitar su rol como sumidero de CO2, que las plantas absorben durante la fotosíntesis.

Tras más de 30 años de investigación sobre casi dos mil árboles en la zona, los expertos hallaron que estos crecen de manera más rápida, pero también mueren más pronto.

A nivel mundial, los bosques absorben hasta 2.4 mil millones de toneladas métricas de carbono cada año, y la selva amazónica absorbe una cuarta parte del total.

Para Roel Brienen, ecólogo forestal de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido, y sus colegas, una posible razón de la creciente mortalidad de los árboles es un efecto paradójico de la mayor concentración de CO2 en el aire, que por lo general alienta el crecimiento del árbol.

«Los árboles en la selva están creciendo más rápido, pero el crecimiento más rápido hace que los árboles mueren más jóvenes», ha explicado Brienen, el autor principal del estudio.

Según el experto, los árboles de crecimiento más rápido tienden a invertir menos energía en las defensas contra las enfermedades y producen una madera menos densa. Así que pueden ser más susceptibles a las enfermedades.

Estos informes forestales ponen de relieve la imprevisibilidad de los efectos del cambio climático y del calentamiento global.