- “La naturaleza es la poseedora de los conocimientos y de la vida humana, animal y vegetal”: Lucelis Izquierdo, del pueblo indígena arhuaco.
- “Son una comunidad increíble, con un alma y un espíritu muy profundos”, dijo Inger Andersen, directora del PNUMA, sobre los arhuacos.
- “Tenemos la tarea bastante avanzada. Lo más importante es la participación de la comunidad”: Fabio Arjona, director de Conservación Internacional Colombia.
Sierra Nevada de Santa Marta, 20 de marzo de 2022 -MADS-. En la Sierra Nevada de Santa Marta, el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, está llevando a cabo un proyecto con la comunidad indígena arhuaca, a través del cual se sembrarán 700.000 árboles nativos.
El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, y la directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen, conocieron de primera mano el pasado miércoles los avances que ha tenido esta iniciativa.
Los componentes que lo integran
Se trata del proyecto Müse’si, que nació de un convenio firmado por el Minambiente y Conservación Internacional, y consta de cuatro componentes: conocimiento, desarrollado a través de talleres de socialización y concertación con las comunidades; restauración, con la construcción de 445 viveros familiares y el Vivero Comunitario de Gunmaku; intercambio de capacidades, con la formación a miembros de la comunidad en la construcción y operación de viveros, propagación, siembra y monitoreo del material vegetal, e instrumentos económicos, que se refiere a la cuantificación, el análisis y los resultados de captura de CO2 por medio de las acciones de la iniciativa. Y para garantizar la estabilidad del proceso, la comunidad hará tres mantenimientos a los 700.000 árboles.
Como parte de este proyecto, el ministro Correa y la directora Andersen certificaron el miércoles a 21 viveristas arhuacos, que se formaron en viverismo, estrategias de restauración ecológica, ecología de especies a establecer, monitoreo y reporte de información. En ese mismo sentido, ya se construyó el Vivero Comunitario Gunmaku y más de la mitad de los viveros familiares.
El mayor legado
El ministro destacó el hecho que sea la comunidad la que vaya a sembrar, restaurar y conservar. “Todos los pasos que damos los estamos dando junto a las comunidades, respetando sus tradiciones y cultura. Esto genera un sentido de apropiación del proceso y mejora sus posibilidades de sostenibilidad a largo plazo. Además, así se aporta a la reactivación económica del país, teniendo en cuenta los recursos que llegarán directamente a las comunidades”, explicó el funcionario.
A su turno, la docente arahuaca Lucelis Izquierdo aseguró que desde las instituciones educativas indígenas “estamos fortaleciendo nuestra identidad cultural; para nosotros los árboles son sagrados, allí viven los animales, la naturaleza es la poseedora de los conocimientos y de la vida humana, animal y vegetal. Estoy segura de que trabajando todos en conjunto, los colombianos vamos a respirar mejor y a vivir en paz”.
Al respecto, Inger Andersen, directora del PNUMA, manifestó: “Hemos tenido una increíble visita a la comunidad arahuaca. Ellos nos abrieron sus corazones, sus mentes y su hogar, este hermoso bosque, y nos mostraron lo que están haciendo, su restauración ecológica. Están recuperando la naturaleza no solo porque se los piden, sino porque cuando uno protege la naturaleza, la naturaleza nos protege; no solo la están protegiendo para ellos, para sus fuentes hídricas, sino que lo hacen por todos nosotros. Son una comunidad increíble, con un alma y un espíritu muy profundos”.
Reserva ecológica y símbolo ancestral
La Sierra Nevada de Santa Marta es uno de los espacios naturales más emblemáticos de Colombia; ofrece importantes servicios ecosistémicos de los que depende una parte importante de los habitantes del Caribe colombiano. Es el hogar de los taironas, indígenas de gran relevancia e importancia cultural, que mantienen una relación tradicional con sus reservas.
En palabras de José Raúl Torres, coordinador del proyecto, la comunidad logró que su conocimiento tradicional sea la base para llevar a cabo Müse’si. “Nuestra visión siempre será proteger el medio ambiente, de esta manera garantizamos que exista vida, es por esto que estamos desarrollando una estrategia con enfoque propio, el cual hace que la restauración sea distinta en la Sierra. La Sierra simboliza lo que somos nosotros, es el pulmón del mundo. ¡Si la Sierra respira bien, todos vamos a respirar mejor!”, afirmó.
El coordinador agregó: “Con Müse’si queremos generar mayor conciencia, que la comunidad entienda que la naturaleza no es un juego, que, si cuidamos la naturaleza, garantizamos así la vida. Esperamos que haya más jóvenes involucrados en este proceso, que es un beneficio para todos”.
Apuesta que garantiza el éxito
Por su parte, Fabio Arjona, director de Conservación Internacional Colombia, recordó que müse’si es una palabra que integra muchas cosas, entre esas, levantarse y restaurar. “Tenemos la tarea bastante avanzada. Lo más importante es la participación de la comunidad, todas las familias involucradas, los mismos habitantes de la Sierra están haciendo la restauración. Con la participación de las comunidades estamos garantizando el éxito de esta restauración”, reconoció.
A la fecha, se ha reportado la siembra de 117.147.822 árboles en Colombia, con el apoyo de organizaciones públicas, privadas, no gubernamentales y particulares, y por proyectos en ejecución cofinanciados por el Gobierno Nacional.
minambiente.gov.co