Desde hace unos 9000 años que el hombre conoce la agricultura, pero ahora, con el avance de la sobreproblación, producción y los menesteres del capitalismo, es necesario el cultivo no solo de alimento, sino también de oxígeno.

Muchos países en desarrollo (e incluso algunos desarrollados) prescinden de los recursos para la reforestación masiva de sus bosques o selvas desgastados, o para la creación de parques sustentables. Por ello, la firma británica The BioCarbon Engineering, ha diseñado un programa de reforestación a partir de drones que permitiría plantar hasta diez mil árboles al día, lo que representa al menos mil millones de árboles al año usando esta tecnología.

Este proyecto consiguió financiamiento (unas 20 mil libras) gracias a la plataforma de emprendedurismo del Skoll Centre for Social Entrepreneurship. Ahora este prototipo ha sido exitosamente probado, aunque el proyecto como tal arrancará a finales de año.

Los drones no solo van repartiendo las semillas por el campo, también hacen estudios e imágenes en 3D para conocer el terreno y hacer una planeación estratégica del cultivo; tienen la capacidad de experimentar, por ejemplo, con semillas que son disparadas con presión de aire y que van encapsuladas en hidrogeles con ricos nutrientes, para que las plantas vayan absorbiendo el agua que necesitan. También vuelan monitoreando, estudiando y cuidando los cultivos.

Se trata de una noticia que refresca el panorama de la ecología a nivel global.

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