El 92 % de los ejemplares marinos que se descartan en la actividad pesquera de la Unión Europea (UE) procede de la pesca de arrastre de fondo, «que rasga el fondo marino y se traga todo lo que encuentra a su paso», según un estudio de la organización conservacionista WWF difundido este lunes.

Descartes

WWF indica que en 2019 se informó de «alrededor de 230.000 toneladas de descartes» en la UE, lo que equivale a la cantidad de bacalao que nadaba en las aguas del Mar del Norte a principios de los años setenta, «cuando la población de peces se encontraba en una situación saludable».

La organización afirma que esos descartes se produjeron a pesar de la legislación comunitaria que obliga a todos los barcos a llevar a puerto todo lo que capturan.

El análisis estudia los datos disponibles públicamente, si bien WWF subraya que, de acuerdo con las autoridades de control de la pesca de la Unión Europea, el número de casos no denunciados es «considerablemente mayor».

«Los descartes no son solo un desperdicio de recursos, sino también una causa de sobrepesca en los mares europeos. Dañan las poblaciones de peces, los ecosistemas y la biodiversidad. También abren brechas en las estadísticas de datos pesqueros y dificultan que los científicos evalúen con precisión la salud de las poblaciones de peces», asegura la experta en pesca de WWF-Alemania, Stella Nemecky, en un comunicado.

Control de la pesca

WWF recuerda que en la actualidad se está reformando el sistema comunitario de control de la pesca, que garantiza que la Política Pesquera Común se implementa y que las normas se siguen.

Como parte de ese proceso, la organización conservacionista indica que se espera que la instalación de cámaras en las embarcaciones sea obligatorio, si bien aún no se ha decidido en qué barcos y a qué escala.

Destaca que la Comisión Europea se decanta por controlar aquellos barcos con un riesgo particular de capturas no deseadas y descartes ilegales, pero que los Estados miembros y la Eurocámara, los dos colegisladores comunitarios, consideran que el tamaño de las embarcaciones debe ser el criterio principal a la hora de instalar las cámaras.

WWF alerta de que, al poner el acento en el tamaño del barco en vez de en el arte de pesca, «la UE podría tener la vista puesta en el objetivo equivocado» y hacer «ineficaz en gran medida» el control de la pesca contra las actividades «ilegales».

Así, la organización defiende que los sistemas electrónicos de control remoto, que incluyen las cámaras a bordo, sean obligatorios para todos los barcos de más de 12 metros de eslora y también en los de menos de 12 metros «con alto riesgo» de realizar descartes ilegales de capturas accidentales y no deseadas de «especies en peligro». EFEverde