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Colombia es uno de los países latinoamericanos que más residuos agroindustriales generan. De las 850,000 hectáreas de pino cultivadas, por mencionar solo un caso, se obtienen residuos de madera cercanos a 412,778 toneladas anuales, utilizados en el sector rural como combustible para cocinar o calentar agua, pero con un potencial energético muy bajo, según la Unidad de Planificación de Minas y Energía.

Esa madera y otros residuos lignocelulósicos (vegetales) como la zoca de café son la materia prima que el estudiante de la Maestría en Ingeniería Química, Carlos Andrés García Velásquez, utiliza para producir hidrógeno y electricidad, por medio de la gasificación de biomasa.

El proyecto surgió en el grupo en Procesos Químicos, Catalíticos y Biotecnológicos, de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales, bajo la dirección del profesor Carlos Ariel Cardona Alzate.

Proceso de gasificación

La primera etapa consiste en el pretratamiento del material vegetal, que reduce su tamaño entre 0,5 y 1 cm, para luego secarlo por exposición al sol hasta obtener una humedad de entre el 10 % y el 20 %.

Posteriormente, la materia se carga en el gasificador, donde se lleva a cabo el proceso termoquímico. El control de las diferentes etapas (pirolisis, combustión y reducción) se realiza por temperaturas dentro del reactor.

El secado adicional de la materia prima se realiza en el gasificador, aprovechando la alta temperatura con la que sale el gas generado en el reactor.

Según los investigadores, para implementar este tipo de tecnologías en el contexto nacional, se requiere un análisis tecnoeconómico, energético y ambiental. De esta forma, sería posible determinar la rentabilidad del proceso, el aprovechamiento de los principales outputs y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, respectivamente.