ROMA – La final de la Coppa italia en Roma ha sido de lo más frenética: el Inter arrancó con buen pie – esto es, con un maravilloso disparo de Barella. No obstante, la Juventus no se rindió, y nos pilló por sorpresa en los primeros compases de la segunda parte con el gol del empate de Alex Sandro y el segundo de Dusan Vlahovic. Más adelante, Lautaro recibió un penalti, y Hakan Calhanoglu dio la cara desde el punto de penalti en el 80′ para marcar el gol del empate, forzando así la prórroga. Después llegó Ivan Perisic para marcar el tercero y acercar al equipo al trofeo. Y por si no fuera poco, el croata volvió a brillar con otro gol: esta vez un potente misil desde la frontal del área que casi rompe la red de la escuadra del rival (¡y tres minutos después de marcar el tercero!). Finalmente el 4-2 ha sido el resultado que le ha concedido el trofeo de Coppa Italia al Nerazzurri en otra noche mágica e inolvidable de fútbol italiano.

Todos sabemos lo que pasa en el fútbol cuando los encuentros se deciden por las mínimas diferencias; diferencias que estudiamos y trabajamos en los entrenamientos. Estas diferencias cuentan el doble en una final que a su vez es un Derbi de Italia. Con un estadio repleto de 70.000 aficionados y un ambiente único y favorable para el Nerazzurri en el Olímpico, el Inter ha cazado su octava Coppa Italia y primer éxito nacional de copa en 11 años, pues la última consecución del mismo título se produjo contra el Palermo en 2011. Entre el Club y el trofeo encontramos a una Juventus a la que el Inter ya se ha enfrentado en 3 ocasiones en lo que llevamos de temporada, lo que incluye el triunfo de Supercopa del pasado mes de enero.

El partido tenía todos los ingredientes necesarios en un partido de copa, lo que incluye también unos ciertos aires de venganza. El Inter quiso imponer su dominio una vez más y llevarse una victoria en un partido con una relevancia especial. El arranque tenía que ser rápido, y así lo hizo el cuadro de Inzaghi. Para ello, Danilo D’Ambrosio se incorporó en la defensa, con Matteo Darmian en el lateral y Edin Dzeko en la delantera junto a Lautaro Martínez.

El primer gol del partido no tardó en llegar, y sin duda fue especial. A tan solo 7 minutos de reloj, Nicolo Barella hizo un espléndido control de balón, amagó, y mandó un excelente disparo con la diestra que acabó en la escuadra de Mattia Perin. Así, el italiano abrió el marcador para el Inter en los primeros compases del encuentro.

El resultado de este primer tanto fue una dosis de adrenalina conjunta que permitió al equipo dominar el partido. La Juventus tuvo que lanzarse a la presión, y tuvo ciertas jugadas peligrosas en torno al 20’ que finalmente terminaron en nada. Samir Handanovic, otra de las estrellas de la noche, ejecutó verdaderos paradones, como el disparo de Paulo Dybala, o el de Vlahovic. Matthijs De Ligt y Dybala tuvieron oportunidades adicionales para restaurar la paridad a medida que la primera parte evolucionaba.

Ahora bien, la decisión de quedarse atrás parecía algo peligrosa, si bien el Inter intentaba hacer daño a la Juve en el contraataque. Los centrocampistas, Marcelo Brozovic y Calhanoglu, también intentaron encontrar portería antes del descanso. En cuanto al rival, Danilo tuvo que salir del terreno de juego dando paso a Alvaro Morata.

Los primeros minutos de la segunda parte no fueron lo que el Inter esperaba, pues en un margen de dos minutos, el rival le dio la vuelta al partido. Un balón suelto en el 50’ fue interceptado por Alex Sandro, que aprovechó para disparar y alcanzar la red de Samir Handanovic. La curva rival empezó a celebrar, y dos minutos más tarde se desató la euforia en las gradas de la afición de la Juventus a causa de otro gol más. El Inter se lanzó al ataque y la retaguardia quedó totalmente desnuda. Vlahovic aprovechó para correr al espacio, superando a D’Ambrosio y viendo cómo Handanovic salvaba su disparo. No obstante, convirtió el rebote en la red con su pie izquierdo. En fin, un golpe duro para el Nerazzurri tras verse en esa tesitura de manera tan inesperada.

Los de Inzaghi tuvieron que armarse de valor y volver a meterse en la final, pues no tenían intención de dejar escapar el tan anhelado trofeo. Federico Dimarco, Joaquin Correa y Denzel Dumfries saltaron al césped desde la banca, aunque les costó tener oportunidades claras. La Juventus, por su parte, parecía peligrosa al contraataque.

Dimarco demostró que era un arma letal que podría cambiar la dirección del partido y peligrar el resultado favorable para la Juventus. La jugada que dio vida al Inter llegó por la banda izquierda: Lautaro recibió un balón en el área pequeña, y enseguida fue derribado por Leonardo Bonucci cuando el argentino se disponía a disparar. El árbitro pitó penalti, y al igual que en Turín, Calhanoglu quiso lanzarlo. Su disparo, lanzado con la diestra, se estrelló contra el palo para después entrar en la red. El equipo logró el 2-2, y se respiraba una mezcla de alivio y alegría entre las gradas del Nerazzurri.

Así las cosas, el cuarto encuentro de la temporada entre el Inter y la Juventus se tenía que resolver, por segunda vez, en la prórroga. El ambiente empezó a caldearse, y Paolo Valeri tuvo que poner orden entre ambos equipos. Alexis Sánchez ofreció su habitual imprevisibilidad, pero fue de nuevo un incidente en el área de la Juve lo que el Inter pudo aprovechar. De Ligt derribó a Stefan de Vrij, y el penalti fue concedido tras una revisión del VAR.

Calhanoglu no se podía creer que estaba fuera a esas alturas del partido, pero confió en su compañero Perisic para lanzar el balón. El croata lanzó un excelente disparo con la diestra que confundió a Perin, y tras encontrar la red, se desató la locura entre las gradas de la afición interista. El Inter volvía a estar por delante en el marcador con 20 minutos aún por jugar, por lo que la victoria era aún pronto de celebrar. No obstante, Ivan –con toda confianza– quiso sentenciar el encuentro y, para ello, aprovechó la excelente asistencia de Dimarco: control de balón con la derecha, y zurdazo. Y así fue como abatió a Perin desde la frontal del área. El Olímpico no se lo creía, el Inter lideraba por 4-2.

En fin, no hay mucho más que contar sobre la segunda parte de la prórroga. Quizás que el nivel de tensión iba en aumento entre ambos equipos. Ahora bien, el Inter se mantuvo firme y siguió luchando cada balón. Cuando Valeri hizo sonar su silbato en el 122, el Olímpico se volvió de negro y azul, y después ya sabéis lo que sigue: las celebraciones y la felicidad por la consecución de la octava Coppa Italia del club.

Juventus 2-4 Inter (Después de la prórroga) (0-1 en la primera parte)
Goleadores: Barella 7, Alex Sandro 50, Vlahovic 52, Calhanoglu 80 (p), Perisic 99 (p), Perisic 102.

JUVENTUS (4-2-3-1): 36 Perin; 6 Danilo (9 Morata, 41), 4 De Ligt, 3 Chiellini (5 Arthur, 84), 12 Alex Sandro (17 Pellegrini, 91); 28 Zakaria (27 Locatelli, 67), 25 Rabiot; 11 Cuadrado, 10 Dybala (18 Kean, 99), 20 Bernardeschi (19 Bonucci, 67); 7 Vlahovic.
Suplentes en banquillo: 1 Szczesny, 23 Pinsoglio, 24 Rugani, 38 Ake, 41 Nicolussi, 47 Miretti. 
Entrenador: Massimiliano Allegri.

INTER (3-5-2): 1 Handanovic; 33 D’Ambrosio (32 Dimarco, 63; 95 Bastoni, 116), 6 De Vrij, 37 Skriniar; 36 Darmian (2 Dumfries, 63), 23 Barella, 77 Brozovic, 20 Calhanoglu (22 Vidal, 91), 14 Perisic; 9 Dzeko (19 Correa, 63), 10 Lautaro (7 Sanchez, 91).
Suplentes en banquillo: 21 Cordaz, 97 Radu, 5 Gagliardini, 13 Ranocchia, 18 Gosens, 88 Caicedo.  
Entrenador: Simone Inzaghi.

Amonestados: Brozovic, Locatelli, Vidal.
Expulsados: Massimiliano Allegri.
Tiempo añadido: 2+3+2+2.

Árbitro: Valeri.
Asistentes: Giallatini, Preti.
Cuarto árbitro: Sozza.
VAR: Di Paolo.
Asistente del VAR: Abisso.
Asistente en reserva: Longo.

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