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14 de abril de 2015, Roma/Daegu – En 2050 habrá agua suficiente para producir los alimentos necesarios para una población mundial que superará los 9 000 millones de personas, pero el consumo excesivo, la degradación de los recursos y el impacto del cambio climático reducirá el suministro de agua en muchas regiones, especialmente los países en desarrollo, según advierten la FAO y el Consejo Mundial del Agua (CMA) en un informe publicado hoy.

El documento «Hacia un futuro con seguridad hídrica y alimentaria» (Towards a water and food secure future) pide políticas gubernamentales e inversiones de los sectores público y privado para asegurar que la producción agrícola, ganadera y pesquera se realice de forma sostenible y contemple a la vez la salvaguarda de los recursos hídricos.

Estas actuaciones son esenciales para reducir la pobreza, aumentar los ingresos y garantizar la seguridad alimentaria de muchas personas que viven en las zonas rurales y urbanas, según destaca el estudio.

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Hacer frente al cambio climático

Los efectos del calentamiento global, incluyendo patrones inusuales de precipitaciones y temperatura y los fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes -como sequías y ciclones-, tendrán un impacto creciente, en particular sobre la agricultura y los recursos hídricos, advierte el informe presentado hoy.

Las zonas de montaña contienen hasta un 80 por ciento de los recursos hídricos del mundo, pero el retroceso en curso de los glaciares como consecuencia del cambio climático pone en peligro la existencia de estos suministros en el futuro.

Por otro lado, los bosques, usan agua, pero también la aportan: al menos un tercio de las mayores ciudades del mundo obtienen parte importante de su agua potable de zonas forestales.

Esto subraya la importancia de intensificar los esfuerzos para proteger los bosques y las zonas montañosas donde se origina gran parte de agua dulce del mundo.