El italiano cruzará con Djokovic el martes
La mirada fija en el suelo, oculta bajo una gorra blanca, es la imagen que acompaña a Jannik Sinner sobre la hierba del All England Club en Londres. Con una concentración absoluta, el italiano avanzó este domingo a los cuartos de final de Wimbledon, firmando una auténtica hazaña en su segunda visita al Grand Slam de césped. En un escenario incierto, donde muchos tardan años en encontrar el camino, una cosa quedó clara: en Londres se ha desatado un joven con alma de candidato.
El No. 13 del Pepperstone ATP Rankings desmontó por 6-1, 6-4, 6-7(8), 6-2 al español Carlos Alcaraz tras tres horas y 38 minutos de juego, abriendo la segunda semana de competición con un triunfo mayúsculo. Sobre la hierba de Londres, un suelo que premia la intención en cada golpe, los duros impactos de Sinner no encontraron solución, convirtiendo al italiano en uno de los perfiles más amenazantes en la parte alta del cuadro.
“Carlos es un rival muy duro y una gran persona”, destacó el italiano, tras igualar (1-1) el historial ATP Head2Head ante el español. “Es un placer jugar ante él. Hoy, además, nos hemos enfrentado en un día tan especial, cuando se cumplen 100 años en esta pista es increíble».
El italiano ha igualado su mejor resultado en torneos de Grand Slam, alcanza por tercera vez en su carrera unos cuartos de final. Jannik se asienta en la categoría tras conseguirlo previamente en Roland Garros 2020 y en el Abierto de Australia 2022.
Para un jugador que nunca había ganado un partido sobre hierba, el hito tiene una importancia especial. “Personalmente, no esperaba este resultado», reconoció. «No había jugado a mi mejor nivel en césped. Aquí, he ido elevando mi juego partido tras partido. Gané mi primer partido de hierba en la primera ronda y estoy en los cuartos de final. He tratado de ir adaptándome, la grada me ha ayudado mucho y lo agradezco.
La Centre Court recibió a los dos supervivientes más jóvenes del cuadro individual, dos figuras llamadas a competir durante los próximos años por los mayores cetros del circuito. Fue todo un hito sobre la hierba londinense: desde 1985, cerca de cuatro décadas atrás, no citaba Wimbledon en una ronda semejante a dos rivales de tan corta edad. Era un choque de jugadores distintos, de los que queman etapas a un ritmo diferente al resto.
La manga inicial arrojó un partido sin margen para el respiro. En su primera visita a la Centre Court, conociendo uno de los grandes templos del deporte, Alcaraz se topó con un partido incómodo. La velocidad de pelota de Sinner colocó una diana sobre su revés, que castigó sobremanera en el nacimiento del encuentro. El italiano, adaptado a las condiciones de la pista, abrió en canal una primera manga plana, donde Alcaraz no dispuso de una sola opción de quiebre al resto.
La inercia del italiano se mantuvo en la segunda manga. Allí, las diferencias se estrecharon en un partido que fue ganando en igualdad. Sinner aprovechó su única opción de quiebre en el primer juego del parcial para condenar a Alcaraz, que empezó a dibujar una batalla real sobre la hierba. Su derecha comenzó a acelerar, el servicio pasó de estar seco a dibujar 5 aces y sus piernas exigieron un extra de sacrificio a Sinner. Aunque el partido le colocó dos parciales sobre el cuerpo, el murciano fue elevando la voz en Londres.
Para un amante de los retos, Wimbledon planteó uno mayúsculo: remontar dos mangas por primera vez en su carrera.
Entonces, la capacidad de resistencia de Alcaraz fue puesta a prueba en la capital británica. Tras levantar un 0/40 con aroma a condena en el primer juego del tercer set, el español resistió en un parcial sin roturas, donde la posibilidad de eliminación fue siempre un compañero de viaje. Firme en el servicio – hasta el 45% de sus primeros saques no volvieron a pista en este parcial – el No 7 mundial agotó hasta el desempate cualquier oportunidad en el césped, celebrando con ilusión el más mínimo resquicio que le ofrecía el partido.
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La muerte súbita colocó a Alcaraz a las puertas de la esperanza. El español dibujó un 6/3 del que Sinner salió ileso, levantando tres pelotas de set consecutivas. Una de ellas, un manotazo cruzado imposible que levantó a la grada de sus asientos. Con una sangre fría total, el murciano aceptó un giro completo de guión hasta salvar dos pelotas de partido, una de ellas al resto, antes de enviar la batalla al cuarto parcial.
Con la caída del atardecer, Sinner demostró estar preparado para mantener la mirada a cualquiera. Tras levantar dos pelotas de rotura en el primer juego, toda una amenaza a su dominio, el italiano se lanzó al ataque sin temor. Jannik arrebató el servicio a Alcaraz (3-1), negó la reacción del español, levantando un 0/40 para asestar el 4-1 y no temió la cercanía de la victoria. Aunque Carlos levantó tres pelotas de partido con 5-2 en el marcador, Sinner terminaría cerrando el duelo al servicio.
“Ha sido duro. Tener pelotas de partido y tener que seguir jugando es complicado. Pero es parte del tenis», valoró Sinner. «Estoy feliz, porque al inicio del cuarto sufrí y he seguido peleando. Me alegro por estar en la siguiente ronda, ojalá pueda seguir jugando un buen tenis”.
Londres tiene ingredientes para acunar al italiano. El silencio acompaña a un jugador cauteloso, cómodo en ese sigilo permanente; la velocidad de la hierba engrana con sus golpes de hierro, tan duros como precisos desde un fondo ya desgastado, y el blanco, presente de cabeza a pies, reviste a un jugador que creció entre la nieve, con el esquí alpino que forró sus primeros años bien fresco en el recuerdo.
Ahora, la dimensión del desafío puede alcanzar un vigor máximo para el italiano. Sinner disputará los cuartos de final ante el serbio Novak Djokovic, primer cabeza de serie y campeón en las últimas tres ediciones del torneo. El balcánico, que acumula una racha de 25 victorias consecutivas en Wimbledon, domina por 1-0 el historial ATP Head2Head sobre el italiano.
En el único Grand Slam que sigue siendo un coto privado desde 2003 para el Big 4 – el grupo que forman Djokovic, Roger Federer, Rafael Nadal y Andy Murray – un jugador dispuesto a cuestionar el orden establecido.
¿Sabías Que…?
Jannik Sinner se ha convertido en el cuarto jugador italiano que alcanza los cuartos de final de Wimbledon en modalidad individual masculina. El jugador de Bolzano sigue los pasos de sus compatriotas Uberto de Morpurgo (1928), Nicola Pietrangeli (1956, 1960), Adriano Pannatta (1979), Davide Sanguinetti (1998) y Matteo Berrettini (2021).
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