La Südkurve es el hogar de los aficionados del FC Bayern desde hace 50 años. En la previa del duelo de Bundesliga contra el Borussia Mönchengladbach, los aficionados del cuadro bávaro celebraron esta fecha tan especial con un espectacular tifo que cubrió las gradas baja y media de la curva sur del Allianz Arena con diferentes emblemas de la ciudad, del club e imágenes del mítico Olympiastadion. El espectacular montaje presentó además el lema: «Triunfos y victorias, obstáculos y derrotas: la curva continúa con el pecho lleno de orgullo»

Así nació el mito de la Südkurve

Los aficionados más veteranos recuerdan que el nacimiento de la Südkurve se remonta al 2 de agosto de 1972. Curiosamente durante un partido del TSV München 1860 como local. Fue una noche veraniega bastante fresca, el termómetro marcaba los 15º C antes del pitido inicial. Naturalmente el Olympiastadion presentó el cartel de no hay billetes para la disputa del derbi muniqués. Quedaban solo tres semanas para el comienzo de los Juegos Olímpicos en la capital bávara. El duelo acabó con un claro 1-3 para el campeón alemán, para el FC Bayern. Durante el choque, se dio una circunstancia histórica: el 1-0 de Gerd Müller en el minuto 47 sería el primero de los goles celebrados por un jugador del Bayern debajo del mítico marcador de la Südkurve.

Südkurve Olympiastadion FC Bayern
Bajo el mítico marcador del Olympiastadion celebraron los aficionados del FC Bayern muchas victorias y goles.

La afición del FC Schalke 04 puso su granito de arena

El primer partido que el FC Bayern disputó como local en el Olympiastadion fue el duelo en las alturas de la jornada 34 de la temporada 1971/1972 contra el Schalke 04. Y los hombres de Lattek celebraron ese debut realizado el 28 de junio de 1972 a lo grande: 5-1 y alirón. Los jugadores muniqueses celebraron con una afición que se concentraba en los bloques R2 y S. ¿Por qué la Südkurve se convirtió en el hogar de los aficionados más animosos del Bayern?

Choreografie FC Bayern Olympiastadion Südkurve
Los tifos empezaron a ser todo un clásico en el Olympiastadion

Un factor decisivo para esa elección la tuvieron los aficionados del Schalke que acudieron al duelo. La afición visitante se situó en una parte techada de la grada, con gran acústica y los seguidores locales vieron con buenos ojos ver el partido en la Südkurve tras la portería para estar más cerca del terreno de juego y poder ser más ruidosos. «Sin duda fue el motivo principal», comentó el veterano Franz Willer. Su compañero de grada, Klaus Billmeier, añadió otro motivo también muy práctico: «Queríamos situarnos tras la portería, también por una cuestión del precio de las entradas».

La Südkurve se convierte en el epicentro

Choreografie Finale dahoam FC Bayern
El ambiente ha seguido siendo igual de espectacular en el Allianz Arena

Para el derbi del 2 de agosto, la Südkurve ya era el centro de congregación de los aficionados del Bayern. «Pero tardamos aún dos o tres partidos en sentirnos cómodos», indicó Willer. Lo cierto es que, desde ese día, la Südkurve se convirtió en un imán para los aficionados más jóvenes y más animosos del FC Bayern. Los aficionados no solo querían ver el partido, querían cantar y disfrutar de los 90 minutos juntos. El mito de la legendaria Südkurve había nacido.

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