El Cairo, 12 nov (EFE).- Los residentes de los barrios con más vegetación de El Cairo se despiertan prácticamente cada día con el arrollador sonido de las motosierras que el Gobierno está utilizando para talar los árboles en su frenesí por la construcción, algo que ha obligado a los egipcios a plantar en sus tejados en un intento de conservar el poco verde que queda en la ciudad
Hace miles de años, los antiguos egipcios consideraban sagrados los árboles y las plantas, ya que la agricultura fue uno de los principales pilares de su civilización.
Ahora, en las redes sociales han proliferado multitud de páginas en rechazo a la «masacre de árboles», tal y como califican los residentes a la tala masiva de los árboles capitalinos.
Los vecinos del barrio de Heliópolis, en el este de la capital, han elevado quejas formales a la administración e iniciado campañas para conservar las pocas zonas verdes que languidecen en el gran coloso de cemento y polvo llamado El Cairo.
Asimismo, han aprovechado su descontento y han lanzado iniciativas para plantar árboles en las calles de varias ciudades egipcias, además de animar a los ciudadanos a usar sus terrazas y azoteas para cultivar y promover un espacio urbano más saludable.
EL CAIRO SE QUEDA SIN ÁRBOLES
Antes de que el Gobierno iniciara estas talas masivas hace dos años, Egipto contaba con tan sólo 5.370 kilómetros cuadrados de áreas verdes del total del millón de kilómetros cuadrados del país, según la agencia oficial de estadística del país árabe, CAPMAS.
Entonces, el organismo ya estimaba que la cifra representaba menos del 10 % de los espacios verdes que debería haber, pero aún así cada año su número se va
reduciendo.
Las autoridades, por su parte, justifican que estas «masacres de árboles» se realizan para ampliar las calles, construir una red vial de carreteras y puentes o simplemente para «preservar la vida de los transeúntes», que según el Gobierno están expuestos a que un árbol se les caiga encima.
Esto sucede, además, a pesar de que el Código Penal egipcio tipifica como delito la tala de árboles y castiga al autor de tales actos con hasta 6 meses de prisión obligatoria.
JARDINES EN LAS AZOTEAS
Ante esta situación, los ingenieros agrícolas Hossam Shabaan y Eslam Shams al Din fundaron la iniciativa «Mazraet Beitna» (La finca de nuestra casa, en árabe) hace dos años para convertir las azoteas, calles, terrazas e incluso las paredes de los edificios en espacios verdes.
“Uno de los objetivos de la iniciativa es aprovechar los espacios de las azoteas porque en El Cairo casi todas se usan como almacenes para guardar muebles innecesarios. Por eso, son el lugar perfecto para aumentar las zonas verdes que casi no existen dentro de esa ciudad”, explicó Shams al Din a EFE.
Por su parte, Shaaban dijo que su iniciativa hace uso del sistema hidropónico y acuapónico, entre otros, aunque prefieren utilizar macetas porque es “más fácil, simple y menos costoso para la gente».
Para él, las plantas son imprescindibles porque «filtran el aire, mejoran su calidad y dan sombra en las paredes y el techo, lo que reduce la temperatura de las habitaciones en hasta 7 grados centígrados», algo que también se traduce en la reducción del uso del aire acondicionado, uno de los principales culpables del cambio climático.
REPLANTAR EGIPTO
En 2016, Omar al Deeb fundó «Shagarha» («Enverdécela», en árabe), una iniciativa para plantar árboles frutales, con el objetivo de sembrar vida entre torres de cemento y para que los vecinos puedan cosechar frutas y verduras.
A pesar de que su proyecto ha tenido mucho éxito, también se ha topado con muchos retos: «No es nada fácil cambiar la cultura y la mentalidad de la gente, y crear un entorno sostenible y verde en los espacios públicos, los colegios, las terrazas y las azoteas”, aseguró Al Deeb a EFE.
Deeb lanzó su campaña el pasado agosto para plantar 27.000 árboles en varias ciudades del país y en la región, con motivo de la celebración de la cumbre del clima COP27 en Sharm el Sheij.
Hasta el momento han plantado 5.000 árboles y seguirán haciéndolo hasta noviembre de 2023.
Asimismo, el objetivo para 2030 de la iniciativa es cultivar 30 millones de olivos, cítricos, moringa e higo, entre otros árboles, porque “son fáciles de plantar y cuidar,
consumen menos agua que otros árboles, y aguantan los cambios del clima de Egipto”, concluyó Al Deeb. EFE