Esa cifra plantea complejos vínculos entre el desarrollo, la pobreza y el cambio climático. El mundo debe unirse para promover el desarrollo sostenible y los derechos humanos para todos. “Si no superamos el enorme abismo entre ricos y pobres, tendremos un mundo de 8000 millones de habitantes lleno de tensiones y desconfianza, crisis y conflictos”, dice António Guterres.

Los enormes avances en la esfera de la salud pública que han reducido el riesgo de muerte y aumentado la esperanza de vida han permitido que el mundo llegue a los 8000 millones de habitantes; sin embargo, a la par de ese progreso ha crecido la desigualdad, y las crisis y los conflictos se han multiplicado, observó la ONU este martes 15 de noviembre, la fecha simbólica elegida para marcar el hito poblacional.

El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres consideró que el número es un llamado de atención para que la humanidad mire más allá de los números y cumpla con su responsabilidad compartida de proteger a las personas y al planeta, comenzando por los más vulnerables.

“A menos que superemos el enorme abismo entre los ricos y los pobres, nos estamos preparando para un mundo de 8000 millones de habitantes lleno de tensiones y desconfianza, crisis y conflictos”, advirtió António Guterres en sus reflexiones para la ocasión.

Guterres llamó a cambiar el rumbo por medio de una solidaridad que promueva el desarrollo sostenible y garantice el goce de los derechos humanos sin dejar a nadie atrás. Así se podrá dar inicio a un mundo en el que 8000 millones de personas puedan prosperar.

Crecimiento demográfico y pobreza

En la misma línea, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) señaló que si bien llegar a 8000 millones de habitantes ilustra una historia de éxito para la humanidad, también plantea preocupaciones sobre los vínculos entre el crecimiento de la población, la pobreza, el cambio climático y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El Fondo de Población explicó que el rápido crecimiento demográfico dificulta la erradicación de la pobreza, la lucha contra el hambre y la desnutrición y el aumento de la cobertura de los sistemas de salud y educación.

“En cambio, el cumplimiento de los Objetivos, especialmente los relacionados con la salud, la educación y la igualdad de género, contribuiría a frenar el crecimiento de la población mundial”, apuntó.

Población y cambio climático

Al referirse a la relación entre población, cambio climático y degradación ambiental, el Fondo destacó que aunque un crecimiento demográfico más lento ayudaría mitigarla, no será suficiente en tanto no se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.

En este punto recordó que los países con las tasas más altas de consumo y emisiones son aquellos donde el crecimiento demográfico ya es lento o incluso negativo, mientras que la mayor parte del crecimiento de la población mundial ocurre en los países más pobres, que tienen tasas de emisiones significativamente más bajas, pero que sufren de manera desproporcionada los efectos del cambio climático.

La ONU ha instado desde hace años a desvincular la actividad económica de la dependencia excesiva de la energía proveniente de combustibles fósiles, pugnando por una transición a las fuentes de energía limpia y renovable, y por el apoyo para que los países menos desarrollados también puedan hacer este cambio.

Tendencias demográficas diferentes

Las proyecciones indican que la población mundial seguirá creciendo hasta alcanzar los 10.400 millones en la década de 2080, lo que muestra que la tasa general de crecimiento se está desacelerando. Los países registran tendencias demográficas diferentes que van desde el crecimiento hasta el declive.

Actualmente, dos tercios de la población mundial vive en un entorno de baja fecundidad, con menos de 2,1 nacimientos por mujer. En cambio, el crecimiento de la población se concentra cada vez más entre los países más pobres del mundo, la mayoría de ellos en África subsahariana.

En este sentido, el Fondo de Población subrayó que la comunidad internacional debe asegurar que todos los países tengan la capacidad de brindar una buena calidad de vida a todos sus habitantes, independientemente de que su población crezca o disminuya.

Adecuar las políticas

La directora ejecutiva de la agencia, Natalia Kanem, recalcó que aunque 8000 millones sea un parteaguas, centrarse sólo en los números distrae del verdadero desafío del mundo: que el progreso sea equitativo y sostenible. Y para ello, prosiguió, se deben adecuar las políticas según el país.

Para el diseño de soluciones a la desigualdad hace falta una mayor inversión de los Estados y los gobiernos donantes en políticas y programas orientados a que el mundo sea más seguro, sostenible e inclusivo.

“No podemos confiar en soluciones únicas para todos en un mundo en el que la edad promedio es de 41 años en Europa en comparación con 17 en el África subsahariana. Para tener éxito, todas las políticas de población deben tener como eje los derechos reproductivos, invertir en las personas y el planeta, y basarse en datos sólidos”, precisó Kanem.

Algunos datos interesantes 

  • La población mundial tardó unos 12 años en pasar de 7000 a 8000 millones, pero se prevé que los próximos 1000 millones tarden unos 14,5 años (2037), lo que refleja la ralentización del crecimiento mundial.
  • Se prevé que la población mundial alcance un pico de unos 10.400 millones de personas durante la década de 2080 y que se mantenga en ese nivel hasta 2100.
  • Alrededor del 70% de la población añadida de los 7000 a los 8000 millones se encuentra en países de renta baja y media-baja. Para parda el aumento de 8000 a 9000 millones, se espera que estos dos grupos de países representen más del 90% del crecimiento mundial.
  • De aquí a 2050, el aumento mundial de la población menor de 65 años se producirá íntegramente en los países de renta baja y media-baja, ya que el crecimiento de la población en los países de renta alta y media-alta se producirá únicamente entre los mayores de 65 años.

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