• En tiempo de Navidad y en el parque ambiental ‘Corazón de Pance’, nos conectamos con los sentidos.

Hay algo mágico en la Navidad porque nos lleva a otra dimensión, donde lo que se vive está basado no solo en lo que se ve, sino en lo que se siente. Es una época de conexión con todos los sentidos.

Haciendo un paralelo con la Navidad, donde te trasladas a una especie de nueva dimensión llena de alegría y encanto, hoy queremos contarte sobre un viaje similar, que lo puedes disfrutar como si fuera otro universo. Se trata de la visita al parque ambiental ‘Corazón de Pance’, un espacio que se consolida para la conservación y como nueva opción de aprendizaje, recreación pasiva e investigación en Cali.

Aquí no vas a encontrar el olor de los buñuelos o la natilla, pero sentirás el fresco aroma del campo, que toma diferentes fragancias según el ecosistema por el que camines. Por algunas zonas sentirás un olor típico del monte, donde crecen hierbas y arbustos; en otras, fuertes contrastes de plantas medicinales y aromáticas. Y cuando te adentras en el bosque, los matices son más profundos y un cambio definitivo lo sentirás a orillas del río.

En la Navidad, muchas manos se unen para armar el árbol o el pesebre, alumbrar las calles y casas, para organizar los platos navideños y las fiestas de fin de año de las empresas o grupos de amigos. Es la época en que los corazones se unen. Así mismo pasa en ‘Corazón de Pance’, donde muchos esfuerzos se han articulado para proyectar la consolidación del lugar.

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El primer paso fue destinar los recursos y adquirir los predios; luego lograr que el Concejo los declarara de utilidad pública; después hacer proyecciones de la mano con la comunidad y por eso nació el ‘Colectivo de Gobernanza del parque ambiental’, para darle un sentido desde el sentir de los habitantes. Finalmente, en esta etapa, se consolidaron los diseños y en 2023 se iniciarán las adecuaciones.

La Navidad es una época para recordar la historia relacionada con el nacimiento de Jesús, que marcó el antes y el después reflejado en el calendario actual. Al llegar a ‘Corazón de Pance’ en los recorridos guiados, tenemos la oportunidad de hacer memoria sobre los antepasados que habitaron el territorio, la cultura Pichindé con tres pueblos asociados: Lile, Pance y Xamundi. Los blancos los llamaron ‘indios del Occidente del Valle’.

Al hacer las Novenas de Navidad se aprende sobre cómo era la vida en Jerusalén, las relaciones interpersonales y la cultura de la región. Otras creencias nos enseñan de geografía y nos llevan al Polo Norte, desde donde ‘opera’ Papá Noel (Santa Claus). En ‘Corazón de Pance’ ampliamos nuestro conocimiento sobre la riqueza ambiental de la flora, la fauna, el tipo de bosques y los recursos hídricos.

La Navidad y nuestro parque ambiental nos conecta también con el sentido auditivo. En Colombia se dice que ‘desde noviembre se siente que viene diciembre’. Por la música podemos recordar los famosos ‘14 Cañonazos Bailables’ en LP, que empezaban a sonar en las fiestas tempraneras y desde el 1 de diciembre se escuchan los villancicos. En ‘Corazón de Pance’ vibramos en otro ritmo y se siente el latido del bosque que respira y nos llena de oxígeno; escuchamos las aves y el río. En temporada navideña y en este escenario, lo que escuchamos nos conecta directamente con el corazón.

Otro de los sentidos que deleitamos en Navidad es la vista. Los colores rojo, verde y dorado predominan en nuestras casas, calles, lugares de estudio y trabajo. En otros lugares también encontramos azules y plateados. En ‘Corazón de Pance’ la vista disfruta de matices de verde, que se entrelazan con el azul del cielo y el blanco transparente de nuestro río Pance y algunas quebradas.

La Navidad y el parque ambiental ‘Corazón de Pance’, dos dimensiones, dos universos que nos conectan con los sentidos. En ambos, viajamos al interior de nuestro ser y nos impregnamos de paz y amor.

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