La temporada navideña y fin de año está aquí y, en muchas partes del mundo, eso significa comprar, comprar y comprar.

Sin embargo, este consumismo vertiginoso está perjudicando al planeta. Las compras excesivas forman parte de una cultura de consumo insostenible que está alimentando una triple crisis planetaria de cambio climático, pérdida de naturaleza y biodiversidad, y contaminación y desechos.

¿Cuál es el causante principal? Los estudios científicos también sugieren que tener más bienes materiales no necesariamente hace a las personas más felices.

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COMUNICADO DE PRENSA

La Alianza de la ONU para la Moda Sostenible abordará el impacto de la «moda rápida»

Las investigaciones del PNUMA evidencian que aproximadamente dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero están vinculadas a las decisiones tomadas al interior de los hogares. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático llegó a la conclusión de que los cambios en el estilo de vida podrían contribuir a reducir las emisiones debidas al calentamiento del planeta hasta en un 70% para 2050.

“Es posible disfrutar de unas vacaciones agradables y memorables comprando y gastando menos esta temporada de fiestas si tan solo se adoptan algunos cambios en nuestros hábitos de consumo”, afirmó Garrette Clark, experta en vida sostenible del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). 

Durante la temporada navideña y de fin de año, tenga muy presente las siguientes recomendaciones para tomar decisiones más respetuosas con el planeta:

1. Regalos hechos en casa o reciclados

A hand decorates cookies
Los regalos caseros no solo ganan corazones, sino que pueden mantener vivas las tradiciones navideñas. Foto: Pixabay

Para reducir el consumismo sin dejar de dar regalos memorables, permítase liberar su creatividad. Por ejemplo, en lugar de comprarles nuevos regalos a su familia y amigos, piense en elaborar algo que seguramente les encantará, como unas galletas caseras. O busca regalos que provengan de materiales reciclados sostenibles o de empresas que les garantizan una segunda vida. De esta manera, estarías promoviendo una economía circular, la cual se centra en reducir los residuos y aumentar la reutilización, el reciclaje y la recuperación de productos y materiales.

2. Moda sostenible

A woman looks at clothing on a rack
Prefiera la moda sostenible en lugar de la moda rápida para reducir su huella de carbono. Foto: Pexels

La gente compra un 60% más de ropa hoy que hace 15 años y le da una vida útil de apenas la mitad del tiempo promedio. Esto produce una carga enorme y pesada en el planeta: la industria de la moda es el segundo mayor consumidor de agua y es responsable de entre el 2% y 8% de las emisiones globales de carbono.

Si desea comprar ropa nueva para su colección de vacaciones o fiestas de fin de año, existe la buena noticia de que puedes elegir entre un número cada vez mayor de diseñadores y marcas que se han comprometido con adoptar prácticas de fabricación sostenible y de cadenas de suministro ecológicas. En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 2018 (COP 24), gran número de empresas de moda firmaron la Carta de la Industria de la Moda de la ONU para la Acción Climática, comprometiéndose así a lograr emisiones netas cero para 2050.

Además, la Alianza de las Naciones Unidas para la Moda Sostenible es coordinada por múltiples órganos de la ONU que trabajan en la moda y promueve proyectos y políticas para garantizar que la moda contribuya al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

3. Comprar y viajar localmente

A young woman with a fruit stall
Naranjas locales en venta en un mercado de Nigeria. Foto: Getty Images/Sam Makoji

Comprar productos de fabricación local y alimentos cultivados localmente conllevan a una gran cantidad de beneficios. Puede ser más económico. Ayuda a las empresas locales. Y reduce la distancia que deben recorrer las mercancías, lo que reduce la cantidad de combustibles fósiles que se queman durante el transporte.

Optar por unas vacaciones más cerca de casa, y preferiblemente en la naturaleza, puede ser gratificante para su salud, la economía local, el medio ambiente y su bolsillo. Si viaja al extranjero, intente quedarse por un período más razonablemente largo, coma productos locales, evite utilizar desechables y sea proactivo en la gestión de tu huella de carbono.

4. Objetos de segunda mano

Chairs in a thrift shop
Los artículos de segunda mano ahorran dinero y fomentan las economías circulares. Foto: Getty Images/Beeldbewerking

Durante la temporada de vacaciones, gran parte de los vendedores minoristas atraen a la gente con las descuentos. Trate de resistir la tentación de precios más bajos. En su lugar, compre cosas únicas, de segunda mano y permita que las cosas que ya no utilice encuentren un nuevo hogar. Esto no solo le permite un nuevo mundo de posibilidades en regalos creativos y únicos, sino que le ahorra dinero y fomenta la reutilización. Si decide comprar productos nuevos, opte por productos de mejor calidad que durarán más tiempo y se utilizarán muchas veces antes del final de su vida útil, tras lo cual pasan a ser remanufacturados, reciclados o desechados.

5. Reemplazar los desechables por reutilizables

A woman holds a shopping bag.
Elija material reciclado o reutilizable para envolver y empaquetar regalos. Foto: Pexels/Sarah Chai

Cada minuto, se vierte en nuestros océanos el equivalente a un camión de basura de plástico.La mitad de todo el plástico producido en el mundo está diseñado para usarse tan solo una vez y luego se desecha. La contaminación por plásticos reduce la capacidad de los ecosistemas para adaptarse al cambio climático, lo que perjudica directamente los medios de vida, la producción de alimentos y el bienestar de millones de personas. 

Abordar el problema de la contaminación por plásticos requerirá un enfoque del ciclo de vida completo en el que los consumidores desempeñen un papel fundamental.

Comience diciendo «no» cuando le ofrezcan bolsas o envases plásticos de un solo uso. Cada año, se utilizan cinco billones de bolsas de plástico, la mayoría de las cuales terminan en los océanos. Trate de envolver los regalos en papel reciclado o material reutilizable como tela. Evite tazas desechables, botellas de agua de plástico y recipientes de alimentos, reemplazándolos con artículos reutilizables.

Piense dos veces antes de querer tirar su envoltura de vacaciones, alrededor de 11,2 mil millones de toneladas de desechos sólidos se recolectan en todo el mundo. El volumen y la complejidad crecientes de los desechos asociados con la economía moderna plantean un grave riesgo para los ecosistemas y la salud humana. 

6. Minimizar el desperdicio de alimentos

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Cocinar solo lo que necesita puede ayudar a reducir el desperdicio de alimentos. Foto: Getty Images/Mayur Kakade

Al comprar sus ingredientes para las comidas navideñas, evite el desperdicio de alimentos comprando solo lo que necesita. Un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo se despilfarran cada año, un aproximado de 1.300 millones de toneladas. Casi 570 millones de toneladas se pierden o desperdician dentro de los hogares. Este desperdicio contribuye innecesariamente a la pérdida de biodiversidad, la contaminación y el cambio climático.

Para evitar desperdicios, conserve las sobras y encuentre nuevas recetas para reutilizar lo que queda. Los restos finales pueden compostarse para ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero

7. Comer alimentos ricos en plantas 

Chopping vegetables
Reducir el consumo de carne es bueno para el medio ambiente y la salud humana. Foto: Pexel/Maarten van den Heuvel

Dese la oportunidad de comenzar una dieta más rica en plantas esta temporada navideña. Un gran número de culturas de todo el mundo ofrecen infinidad de recetas a base de verduras que son nutritivas y respetuosas con el planeta.

La producción de carne es uno de los principales causantes de la crisis climática. Debido al estiércol y las liberaciones gastroentéricas, la ganadería representa el 32% de las emisiones de metano causadas por los seres humanos. El metano es un potente gas de efecto invernadero con un potencial de calentamiento global más de 80 veces mayor que el del dióxido de carbono durante los 20 años posteriores a su liberación a la atmósfera. Cada persona consume en promedio 100 gramos de carne al día. Incorporar más plantas en su dieta podría mejorar su salud, al tiempo que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero. 

El PNUMA está a la vanguardia en el apoyo al objetivo del Acuerdo de París de limitar el incremento del calentamiento global a muy por debajo de los 2 °C y aspirar a 1,5 °C, en comparación con los niveles preindustriales. Para ello, el PNUMA  desarrolló la https://www.worldenvironmentday.global/es/get-involved/practical-guide guía práctica para saber qué podemos hacer a nivel individual o comunitario para hacer de la vida sostenible la opción predeterminada.

unep.org