En febrero y marzo de este año, algunos trágicos eventos climáticos se registraron en Chile y en Perú. En este último país, los huaicos -desprendimientos de lodo y rocas que por su velocidad arrastran piedras y troncos- generados por lluvias intensas ocasionaron la muerte de personas y desaparecieron viviendas en la localidad de Chosica. Un escenario similar se vivió en Atacama, Chile, donde miles de personas se vieron afectadas por el mismo fenómeno climático. A pesar de que estos eventos son regulares en ambas zonas, el cambio climático ha generado que se intensifiquen y se desarrollen con mayor continuidad.

Variaciones del clima

Además de los huaicos, el incremento de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) traen consigo olas de sequía y desertificación, en especial en América Latina y el Caribe. En el 2014, el país más golpeado por este fenómeno fue Brasil, lo que ocasionó que los pobladores enfrenten serias dificultades por la escasez del agua.

Los cambios que está afrontando la región son propios del calentamiento global y los desastres generados por los eventos climáticos extremos se presentarán con mayor continuidad en varios países de la región. El meteorólogo chileno Jorge Carrasco explica que la atmósfera no tiene fronteras y que el aleteo de una mariposa en Brasil puede generar una tormenta al otro lado del mundo.

“Ocasionalmente, los aires fríos que pasan por Chile pueden alcanzar a las regiones del sur de Brasil. Si pensamos en la relación climática que tienen Perú, Chile y Brasil podemos decir que en verano la circulación monzónica que tiene lugar en Brasil y que transporta aire húmedo y cálido desde el noreste hasta el altiplano, ocasionará precipitaciones estivales, es decir, el clima se volverá más cálido”, indica el especialista.

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