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El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, pronuncia un discurso en el Foro Económico Mundial (FEM), en Davos (Suiza).
En su intervención ante el Foro Económico Mundial de Davos, el titular de la ONU hace un repaso de amplio espectro de la situación mundial, destacando la “sentencia de muerte” que supone el cambio climático para muchos países, la ausencia de una posibilidad de negociación seria de paz en la guerra de Ucrania y la posible fractura entre China y Estados Unidos, creando dos mundos aparte.
El Secretario General de la ONU intervino este miércoles ante el Fondo Económico Mundial, que se celebra en la ciudad suiza de Davos, para exponer el “lamentable” Estado del Mundo sin endulzarlo.
“No podemos enfrentarnos a los problemas a menos que los miremos directamente a los ojos. Y estamos mirando al ojo de un huracán de categoría 5. Nuestro mundo está asolado por una tormenta perfecta en varios frentes”, afirmó António Guterres.
Entre otros temas, abordó la guerra de la Ucrania, el cambio climático, el peligro de la una fractura Este-Oeste y la gran división entre el Norte y el Sur Global.
Sobre la guerra de Ucrania, aseguró que no cree que haya oportunidad de organizar “una negociación de paz seria” entre las partes en conflicto en Ucrania, casi un año después de la invasión a gran escala de Rusia.
Siguiendo esta valoración, Guterres dejó claro que también que permanece comprometido con aliviar el sufrimiento de los ucranianos y de las personas vulnerables en el resto del mundo, que aún se tambalean por el “impacto dramático y devastador” del conflicto en la economía global.
“Habrá un final (…) hay un final para todo, pero no veo el final de la guerra en un futuro inmediato. No veo la posibilidad en este momento de tener una seria negociación de paz entre las dos partes”, comentó ante el Foro Económico Mundial que se celebra en la ciudad suiza de Davos.
Mundos separados
Reiterando que la invasión rusa del 24 de febrero violó el derecho internacional y la Carta de la ONU, el Secretario General enfatizó la dificultad de poner fin a la violencia cuando las dos partes siguen teniendo “dos ideas diferentes sobre lo que era el imperio ruso, y lo que son las nacionalidades”.
Y añadió: “Esto hace más difícil encontrar una solución; una solución que necesita estar basada en el ley internacional y respetar la integridad territorial (…) No veo condiciones para que eso ocurra en un futuro inmediato”.
Con los combatientes ucranianos y rusos encarnados en una guerra de desgaste, Guterres insistió en que, no obstante, la ONU ha ayudado a conseguir el apoyo de Kiev y Moscú para enviar granos y fertilizantes, que se necesitan desesperadamente, a países que se enfrentan a una espiral de inseguridad alimentaria o que intentan evitarla.
Hasta la fecha, se han enviado 17,8 millones de toneladas de productos básicos en el marco de la Iniciativa de cereales del Mar Negro a países como Afganistán, China, Israel, Kenia y Túnez, siendo el maíz, el trigo, la harina y el aceite de girasol los artículos que se han entregado en mayores cantidades.
© UNICEF/Diego Ibarra Sánchez
Un hombre llora a su mejor amigo fallecido en un cementerio de Bucha, Ucrania.
La ONU comprometida con la paz
La ONU también ha mantenido contactos con representantes ucranianos y rusos sobre otros temas conflictivos en interés por la paz, insistió el Secretario General.
Esto incluye discutir el intercambio de prisioneros de guerra con ambas partes y el apoyo a la labor del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de las Naciones Unidas en sus esfuerzos por proteger la central nuclear de Zaporizhzhia y el resto de centrales del país.
Guiados por el doble principio del derecho internacional y la integridad territorial, “estamos haciendo todo lo que podemos (…) para limitar los daños y reducir el sufrimiento”, afirmó Guterres.
Recordatorio de la crisis climática
En un discurso de gran alcance dirigido a los líderes mundiales en Davos, que abarcó desde la división Este-Oeste, con un posible desacoplamiento de las economías china y estadounidense, hasta la creciente desconexión entre el Sur Global y el Norte Global, el Secretario General de la ONU hizo un nuevo llamado a los líderes mundiales para que no ignoren la crisis climática.
«Cada semana nos llega una nueva historia de horror climático», afirmó, en un llamado a los países industrializados para que «cumplan de una vez» su compromiso de entregar 100.000 millones de dólares de financiación climática para apoyar a los países en desarrollo.
«Las emisiones de gases de efecto invernadero están en niveles récord y siguen creciendo. El compromiso de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados está a punto de esfumarse. Sin más medidas, nos dirigimos a un aumento de 2,8 grados» de la temperatura media de la Tierra.
A menos que se tomen decisiones políticas duras para hacer frente a la crisis climática, Guterres advirtió que muchos países estarán condenados a “una sentencia de muerte».
El sector privado también tiene que hacer más para ayudar al clima, insistió, antes de pedir a los líderes empresariales que asisten a Davos que se atengan a las directrices para alcanzar las cero emisiones netas de carbono respaldadas por la ONU, y no a puntos de referencia «dudosos o turbios».
«Si no se crean las condiciones para la participación masiva del sector privado, será imposible pasar de los miles de millones a los billones que se necesitan para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)», mantuvo el Secretario General.
ONU Nepal
Las comunidades de montaña de la región del Himalaya del Hindu Kush, incluido el municipio de Mustang, en Nepal, ya están sintiendo los efectos de la pérdida de biodiversidad, el aumento del deshielo de los glaciares y la menor disponibilidad de agua.
Desafío de las “grandes petroleras”
El alto mandato de la ONU también se refirió a los principales productores de combustibles fósiles, destacando las recientes revelaciones de que algunos «eran plenamente conscientes que en los años de 1970 su principal producto estaba horneando» el planeta.
«Algunos miembros de las grandes petroleras propagaron la gran mentira», prosiguió el mandatario de la ONU, «pero sabemos que el hundimiento del ecosistema es un hecho frío, duro y científico».
En un llamado a una mayor cooperación internacional y a la creación de confianza para resolver tantos problemas interrelacionados, Guterres advirtió de que las divisiones entre Estados Unidos y China corren el riesgo de desvincular a las dos mayores economías del mundo.
Tal división -cuyo coste para la economía mundial ha sido estimado en 1,4 billones de dólares por el Fondo Monetario Internacional– daría lugar a «dos conjuntos diferentes de normas comerciales, dos monedas dominantes, dos internet y dos estrategias contrapuestas sobre inteligencia artificial. Esto es lo último que necesitamos», afirmó el Secretario General.
Y aunque es de esperar que las relaciones entre Estados Unidos y China difirieran en cuestiones de derechos humanos y seguridad, es esencial que ambos continúen comprometiéndose de forma significativa en materia de clima, comercio y tecnología, «para evitar la disociación de las economías o incluso la posibilidad de una futura confrontación«.
ONU/Laura Quinones
Activistas de la sociedad civil protestan contra la explotación de petróleo y gas en África.
División Norte-Sur
El mandatario de la ONU también advirtió de que la división Norte-Sur «se está profundizando», debido a «la frustración y el enfado por la gran desigualdad en la distribución de vacunas en el pasado reciente (y) por la recuperación de la pandemia», durante la cual se se había visto cómo el apoyo «se concentraba abrumadoramente en los países más ricos que podían imprimir dinero».
Trillones de dólares habían sido impresos en el Norte global, explicó Guterres, mientras que los países en desarrollo «no podían imprimir dinero porque sus monedas se irían al garete«.
El Sur Global también se está viendo perjudicado por la crisis climática, a pesar de ser el que menos contribuye al calentamiento global. Además, no cuenta con los recursos financieros para responder al desafío, continuó el mandatario de la ONU.
Reiterando su llamado a los bancos multilaterales de desarrollo para que «cambien su modelo de negocio», el Secretario General explicó que lo que realmente necesitan los países emergentes es acceder a una «afluencia masiva de financiación privada a tipos de interés razonables».
«Las instituciones financieras internacionales son demasiado pequeñas y su capacidad para aumentar la capacidad de Asistencia Oficial al Desarrollo internacional no se ve a corto plazo», afirmó.
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