Desde su fundación, el 25 de julio de 1536, por diversas razones Los Farallones de Cali han jugado un rol como protectores de la ciudad.

A pesar de las malas prácticas ambientales, el aumento del parque automotor y del número de viajes internos, el aire que respiramos caleños y caleñas continúa teniendo una calidad aceptable. Así lo reporta el Sistema de Monitoreo y Vigilancia de la Calidad del Aire de Santiago de Cali.

Según la evaluación trimestral del comportamiento histórico del material particulado de tamaños PM10 y PM25, en esta época del año se registra un aumento en su concentración, resultado del aumento en la temperatura, humedad y la disminución de vientos y lluvias.

Actualmente, el Sistema de Monitoreo y Vigilancia reporta valores de ICA (Índice de Calidad de Aire53 en la estación Univalle, lo que clasifica la calidad del aire como ‘aceptable’.

Los valores de referencia para esta clasificación fueron establecidos por la Organización Mundial de la Salud-OMS…

  • 0 a 50: Calidad del aire buena.
  • 51 a 100: Calidad del aire aceptable.
  • 101 a 150: Calidad del aire insalubre para grupos sensibles.
  • 151 a 200: Calidad del aire insalubre.
  • 201 a 300: Calidad del aire muy insalubre.
  • 301 a 500: Calidad del aire peligrosa.


La estratégica ubicación geográfica de la capital vallecaucana mitiga el riesgo de deterioro de nuestra calidad del aire. Los 3000 metros de altura promedio de la Cordillera Central, sirven de barrera natural contra el material particulado que proviene de los incendios forestales y que arrastra la corriente de vientos del Orinoco.

Sucede lo contrario en Bogotá, Medellín y Bucaramanga, ciudades donde en los últimos meses esta misma corriente de viento ha llevado material particulado, obligando a declaratorias de emergencia ambiental por ICA dañinos para grupos sensibles (entre 101 y 150), por más de 48 hora continuas.

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Wilson Salas, coordinador del Grupo de Calidad del Aire del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente-Dagma, consideró urgente que la ciudadanía comience a tomar conciencia sobre los efectos de nuestros comportamientos en la calidad del aire de la ciudad.

El funcionario sugiere implementar los planes de movilidad sostenible desde las empresas, además de incorporar a nuestras vidas como ciudadanos los medios activos de transportes (caminar, usar la bicicleta, etc.), con el propósito de bajar las emisiones (en Cali el 93% provienen de fuentes móviles).

“La corriente del Pacífico, ese chorro de viento que en alto porcentaje limpia nuestro aire entre las 3:00 y 6:00 de la tarde, ya no es suficiente para garantizar una buena calidad de aire en la ciudad”, asegura Diego Arias, físico del Sistema de Vigilancia. Agregó que el mal comportamiento ambiental de caleños y caleñas, sumado al abuso en la utilización de vehículos personales, es lo que está deteriorando la calidad del aire.

“Mientras sigamos encementando el frente de nuestras casas y quitándole a la ciudad esas franjas verdes, que además de ornato cumplen una importante función de pequeños sumideros de carbono; mientras renunciemos al confort térmico que nos brinda un árbol para tener un espacio donde parquear un vehículo   o con miras a mejorar el ingreso a un establecimiento de comercio, la calidad del aire en nuestra ciudad se continuará deteriorando”, puntualizó Arias.

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Harvey Núñez
Comunicaciones Dagma

cali.gov.co