A la derecha, luego a la izquierda. Como un boxeador que necesita ganar por nocaut y, después de una ronda de espera, conecta sus golpes ganadores. Así, Romelu Lukaku. Una primera parte sin poder romper la defensa contraria, para él y para todo el Inter. Luego, en la segunda mitad, todo cambia. Lukaku anota: primero con la derecha, luego con la izquierda. Y por último, Lautaro necesita el balón del 3-0. Aquí está, el Lu-La, aquí está la victoria del campeonato que se ha perdido durante demasiado tiempo. Aquí hay tres puntos fundamentales y merecidos. Empoli barrió, 3-0 a Castellani, en un partido que no fue evidente, pero sí de fundamental importancia. Si por un lado el Inter corre en Champions, también se necesitaba un reinicio claro en la Serie A, donde ya suma 54 puntos en la clasificación.

Sol, mucho sol. Y una temperatura casi veraniega, a pocos días de la calurosa noche de la Champions en San Siro. Castellani está en el Empoli, pero el estadio está repleto de hinchas nerazzurri. Quienes cantan, apoyan sin parar, arrastran. El inicio de partido para el equipo de Inzaghi es vehemente: hay siete cambios con respecto al partido contra Monza, nueve con respecto al Inter-Benfica, pero los mecanismos funcionan. Bellanova toma el volante con constancia y produce balones en la repetición, Gagliardini encaja en el tiempo. El Empoli no se queda atrás, necesita puntos y cuenta con jugadores rápidos como Baldanzi que saben dar la vuelta a la acción y crear peligros. Cambiaghi se enfrenta a Handanovic, quien también es bueno en Baldanzi. En contraste con el excelente comienzo del partido, el ritmo de la segunda mitad de la primera mitad fue más lento: al Inter le costó más crear, el Empoli no se molestó.

Hace falta un sobresalto, y viene de Romelu. Un derechazo bien colocado en el inicio de la segunda parte, un gol en jugada abierta que, para el belga, faltaba en Liga desde el pasado mes de agosto. En el minuto 3 de la segunda parte, por tanto, el Inter se adelantó gracias a una combinación en el estrecho entre Romelu y Brozovic, rematada por un derechazo angulado e imparable del 90.

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