CIUDAD DE MÉXICO — El béisbol de las Grandes Ligas regresa a México para una serie de temporada regular, pero ahora la capital del país es la sede y el momento parece perfecto.
Los Padres de San Diego jugarán contra los Gigantes de San Francisco este fin de semana en el estadio Alfredo Harp Helú (AHH) de la Ciudad de México, donde los fanáticos están ansiosos por ver más béisbol después de la gran actuación de México en el reciente Clásico Mundial.
Randy Arozarena, quien nació en Cuba, pero también Julio Urías, José Urquidy, Giovanny Gallegos y el manager Benji Gil llevaron a México a un histórico tercer lugar en el torneo, fomentando un renovado interés en el béisbol.
“Esas dos semanas del Clásico Mundial son probablemente en las que más se ha hablado de béisbol en la historia”, dijo Horacio De la Vega, presidente de la Liga Mexicana de Béisbol.
México perdió ante el eventual campeón Japón en las semifinales.
“Claramente ese resultado del torneo nos está dando un impulso, hemos llenado los estadios en los juegos de pretemporada, mientras que en el pasado solíamos tenerlos al 10-20% de su capacidad”, agregó De la Vega en una entrevista con The Associated Press. “Tenemos un apetito sin precedentes por el béisbol”.
Ese interés por el béisbol se hizo evidente en la pretemporada, pero también el último fin de semana cuando la Liga Mexicana de Beisbol escenificó la primera serie de la temporada regular.
En la capital, la afición inundó las puertas del estadio AHH para una serie de tres días en la que los Diablos Rojos del México locales jugaron contra los Tigres de Quintana Roo.
“He sido fanático de los Diablos Rojos toda mi vida, así que esta pasión no es una nueva pasión, pero conozco a muchas personas que me han estado preguntando recientemente sobre el béisbol y me dicen que quieren venir a ver si por sí mismos”, dijo Ramiro Aguirre, un contador de 35 años que estuvo en el estadio para la serie inaugural.
El estadio AHH, que tuvo un costo de 150 millones de dólares, fue inaugurado en marzo de 2019 y tiene una capacidad de 20.000 asientos con seis terrazas al aire libre y patios de comidas junto a ellos con un techo de acero en forma de lanza tridente.
El estadio fue construido en un terreno público junto al Autódromo Hermanos Rodríguez por Alfredo Harp Helú, un millonario mexicano que también es propietario minoritario de los Padres.
Harp Helú, quien también es dueño de los Diablos Rojos, tiene desde hace mucho tiempo el deseo de tener un equipo de Grandes Ligas en México, pero esa idea probablemente tarde en cristalizarse.
“Nunca he estado cerca de la idea de México como una oportunidad de expansión”, dijo el comisionado Rob Manfred a principios de esta semana a la Asociación de Editores Deportivos de The Associated Press. “Creo que los desafíos se basan en las instalaciones. Incluso el estadio en el que jugaremos este fin de semana probablemente no sea lo suficientemente grande como para albergar permanentemente a un equipo de las Grandes Ligas. Y luego nuestra temporada es tan larga que tendré un problema sindical que tendría que ser negociado para que los jugadores vivan tanto tiempo en México”.
Manfred reconoció la importancia de México como mercado y dijo que trabaja con la Liga Mexicana porque les encantaría que fuera parecida a la liga japonesa — un “un deporte profesional nacional vibrante con jugadores estrella que tienen la oportunidad de ir a jugar en las Grandes Ligas”.
El comisionado también dijo que la Liga Mexicana puede parecerse a Japón en la audiencia televisiva. Y los mexicanos están en el camino correcto en ese sentido.
La nueva temporada está siendo transmitida por las tres principales cadenas del país, Televisa, TV Azteca e Imagen TV. Pero, además, tienen partidos en ESPN, Fox Sports y Amazon Prime, entre otros.
“Tenemos tres contratos de cadenas nacionales que no teníamos en 2022 y estamos llegando a 30 países, algo que nunca antes había pasado”, agregó De la Vega, quien también dijo que la liga tiene un servicio de streaming para brindar todos los juegos gratis.
“Lo que hemos hecho con la televisión no es menor, entendimos que la forma de consumir béisbol ha cambiado, ahora todo el mundo está en el celular y eso nos ayuda a tener una audiencia más grande”, agregó.
Además de trabajar con la liga profesional, MLB estableció una oficina en México en 2016 que, entre otras cosas, ha estado trabajando para promover el deporte entre los niños.
“Nuestra meta es seguir teniendo juegos de temporada regular de Grandes Ligas hasta 2026, y queremos seguir ampliando la afición, queremos más jóvenes además de mujeres”, dijo Rodrigo Fernández, director de la oficina de MLB en México a AP.
Recientemente, Fernández y MLB en México organizaron una Copa MLB para niños de 11 a 12 años y para mujeres menores de 15 años.
“Según ESPN, 1,6 millones de personas siguieron el torneo, eso es un número grande para un torneo de niños”, agregó Fernández.
Aunque Fernández está de acuerdo en que el Clásico ayudó a aumentar la popularidad del deporte en México, dice que el número de fanáticos ya iba creciendo de manera constante en los últimos años.
“Muchos mexicanos vieron jugar al equipo en el Clásico Mundial y dijeron ‘wow, somos el tercer mejor equipo del mundo’ y ahora están mirando y poniendo más atención al deporte, pero eso no quiere decir que seamos sólo una tendencia o que todas las cosas que hemos hecho en siete años no surtieron efecto”, agregó Fernández.
México ha sido sede de series de temporada regular en el pasado. La primera en agosto de 1996 cuando los Padres se enfrentaron a los Mets de Nueva York, y luego en mayo de 2018 con los Padres jugando contra los Dodgers de Los Ángeles mientras que en 2019, los Rojos de Cincinnati jugaron contra los Cardenales de San Luis y luego los Astros se enfrentaron a los Dodgers, todos de ellos en Monterrey, al norte del país.
La Ciudad de México debía albergar una serie entre los Padres y los Diamondbacks de Arizona en 2020, pero fue cancelada por la pandemia de coronavirus.
Ahora, MLB acude a la Ciudad de México y, sea tendencia o no, parece que será un hit.
mlb.com