Ana Tuñas Matilla.- “Limpiar” las aguas usadas por la industria mediante humedales construidos a medida es posible y representa una opción real para que las empresas puedan reutilizar ese agua en sus procesos productivos o devolverla al medio lo más renaturalizada posible, minimizando así las posibilidades de daño ambiental.
Para afinar los resultados del filtrado de aguas residuales urbanas a través de humedales, el proyecto cofinanciado con fondos europeos Life Renaturwat está testando el uso de lodos de potabilizadora, que están demostrando ser muy efectivos por su gran capacidad para “atrapar” contaminantes y nutrientes.
Los resultados preliminares del proyecto revelan, por ejemplo, que usar estos fangos como sustrato en los humedales permite reducir considerablemente la presencia de nutrientes (el fósforo baja un 80 %), algo esencial para evitar la eutrofización de las masas de aguas a las que llegan los vertidos.
“Estamos aplicando el sistema para tratar aguas residuales urbanas, para mejorar el afluente que sale de las depuradoras (…) pero existen otras aplicaciones”. De hecho, están llegando consultas para su aplicación en granjas, bodegas o industrias, en especial de la textil, según la investigadora del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Politécnica de Valencia (este de España) Carmen Hernández.
Evitar que los ríos lleven el color de la moda
En el caso de las fábricas de productos textiles, la aplicación de estos lodos combinados con carbón activado supone una opción ecológica para evitar que el agua se vierta al medio con color.
Normalmente, aunque la industria textil trate adecuadamente el agua, ésta sale con un poco de color (…). Como el fango de potabilizadora, que testan en Life Renaturwat, contiene restos de carbón activado en polvo puede “retener ese color” y lograr que el agua salga más transparente.
Dado que esta industria consume grandes volúmenes de agua, también sería “muy interesante adaptar el tratamiento para que alcance el nivel de depuración suficiente como para que puedan volver a reutilizar el agua en el proceso e introducir así los principios de la economía circular”, subrayó.
Aunque los sistemas de depuración de las industrias textiles sean muy buenos y eliminen materia orgánica y otros contaminantes, el simple hecho de que el agua tenga color impacta ambientalmente porque “a nadie le gusta ver un río de color rojo” aunque ese agua no tenga consecuencias ambientales porque ha sido depurada.
“Si uno mira los ríos de Asia, se dice que se puede predecir cuál es el color de la temporada siguiente de la industria textil”, algo que podría evitarse usando una solución basada en la naturaleza como la que plantean desde Life Renaturwat, según el responsable del proyecto, Miguel Martín.
En este contexto, los socios de Renaturwat estudian la posibilidad de, en un futuro proyecto, combinar en los sustratos de los humedales los fangos de potabilizadora con el carbón activado agotado de los filtros que se usan en estas instalaciones.
El objetivo, “que empleando los dos materiales podamos, por un lado, reducir nutrientes, y por otro eliminar color de este tipo de industrias”, según Martín.
En esta opción, están muy interesados los socios portugueses del proyecto, Aguas de Portugal-Valor, por la alta penetración de la industria textil en el país, y la Empresa Mixta Valenciana de Aguas (EMIVASA), pues les permitiría dar una aplicación a un producto que ahora se trata como residuo al final de su vida útil y avanzar así en su apuesta por la economía circular.
Reducir la factura energética e hídrica
Actualmente, los humedales artificiales se instalan para depurar aguas residuales urbanas. Es el uso “estrella”, pero también sirven para instalaciones aisladas de la red de saneamiento como pequeñas industrias, bodegas, explotaciones agrícolas y ganaderas, hoteles rurales, etc, según Javier Bixquert, de la ingeniería SMG.
Antes de decirse por esta solución basada en la naturaleza, hay que hacer un estudio para ver qué tipo de contaminantes vierten en sus aguas cada instalación, pues hay algunos que por su toxicidad para las plantas son incompatibles con la supervivencia del humedal; así como los volúmenes a tratar (esta solución es apta para consumosequivalentes a poblaciones de hasta 1.500-2.000 habitantes).
Entre las ventajas de usarla, Bixquert, destacó que estos humedales no consumen energía y que prácticamente no requieren de mantenimiento, así como que la reutilización del agua “abarataría” la factura hídrica.
Mejorar el sistema de aliviaderos
Este sistema también se podría aplicar para filtrar las aguas que se vierten a través de los “aliviaderos” de las redes de saneamiento unitarias de las poblaciones, creados para evitar que colapsen en caso de abundantes lluvias.
Aunque las aguas residuales llegan al medio diluidas con el agua de lluvia, la carga contaminante procedente del lavado de calles y colectores sigue siendo “muy elevada” y debería mejorarse su calidad ambiental pues afecta negativamente al ecosistema en el que se vierte, por ejemplo, poniendo en peligro a los animales que beben de los charcos en la que queda retenida durante días.
Este sistema también se podría aplicar para filtrar las aguas que se vierten a través de los “aliviaderos” de las redes de saneamiento unitarias de las poblaciones, creados para evitar que colapsen en caso de abundantes lluvias.
Aunque las aguas residuales llegan al medio diluidas con el agua de lluvia, la carga contaminante procedente del lavado de calles y colectores sigue siendo “muy elevada” y debería mejorarse su calidad ambiental pues afecta negativamente al ecosistema en el que se vierte, por ejemplo, poniendo en peligro a los animales que beben de los charcos en la que queda retenida durante días.EFEVerde