Una vez más, la lluvia quiso ser protagonista en la edición de este año del Internazionali BNL d’Italia: primero retrasó el inicio de la semifinal entre Jelena Ostapenko y Elena Rybakina, luego obligó a dos interrupciones. Finalmente, la campeóna de Wimbledon se llevó la victoria en dos sets con un marcador de 6-2 y 6-4.
Uno se pregunta si una serie de 6-2 de 40 minutos puede ser un tráfico de un solo sentido. Porque ese fue el caso esta noche: ambas jugadoras golpearon fuerte y consistentemente mantuvieron cortos los rallies, pero incluso si Rybakina rápidamente tomó una ventaja de 5-1 gracias a una gran devolución, Ostapenko estaba allí para aprovechar cualquier pelota corta de la kazaja. La actual campeona de Wimbledon sufrió en el juego final del set, teniendo que pedir una ayuda extra con su primer servicio ya que la letona atacaba constantemente en la devolución. A pesar de tres puntos de quiebre, al final Rybakina cerró 6-2.
Pero fue como si ese juego, aunque perdido, le diera a Ostapenko la creencia de que ella podría dictar más los intercambios y forzar a su oponente en la defensa que a ninguno le gusta. El letón aguantó en el primer juego con tres aces consecutivos y luego rompió gracias a impresionantes devoluciones.
Cuando volvió la lluvia, Ostapenko logró salvar un punto de quiebre para mantener el liderato, pero una vez que Rybakina mantuvo su propio servicio para el 4-2, el juego se interrumpió. Las jugadoras regresaron a la cancha minutos después y Ostapenko intentó sacar, pero abajo 15-40 pidió que se detuviera el juego. Vino otro aguacero y la cancha quedó cubierta.
Unos 30 minutos después, los dos regresaron a la cancha y después del calentamiento, el letón tuvo que sacar dos puntos de quiebre. El quiebre no ayudó a Ostapenko, quien no solo recibió un quiebre de inmediato, sino que cometió 6 errores no forzados consecutivos para ver a Rybakina primero empatar 4-4 y luego romper con un revés en la línea de regreso ganador.
La número seis del mundo se vio favorecida por su servicio para alcanzar el punto de partido, pero luego logró mostrar una gran paciencia y habilidad defensiva para capear el temporal que Ostapenko intentó traer a la cancha para un último intento de prolongar el partido. Finalmente, otro error no forzado del letón puso fin al partido 6-2 y 6-4 para el kazajo.
“No fue nada fácil empezar y parar de nuevo”, comentó Rybakina, quien luego agradeció a todas las personas que no se molestaron con la lluvia y se quedaron a animar hasta el final del partido.
El último obstáculo entre ella y el título viene por el nombre de Anhelina Kalinina, quien será la perdedora pero aún así la kazaja no quiere subestimar.
“Conozco muy bien a Anhelina y somos amigas, por lo que será un partido muy difícil”.
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