La Mini Tri caía ante Eslovaquia, pero los talentosos Cuero, Ángulo y Páez aparecieron en el momento justo.
El vestuario esperaba con un clima caliente. Se iba el primer tiempo entre Ecuador y Eslovaquia. Con un resultado que la Mini Tri no esperaba: 0-1. El reloj marcaba que ya se habían jugado 46 minutos en el Estadio de San Juan. Para los sudamericanos, que habían llegado a Argentina con la ilusión de ser protagonistas, como lo fueron en Polonia 2019, otra derrota significaba complicar su presencia en los octavos de final de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA 2023.
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Y ahí, en el límite del primer tiempo, fue cuando aparecieron los que saben. Porque no solo se trata de tener talento. También hay que demostrarlo en el momento y en el lugar indicado. A los 46 minutos, en el área eslovaca, combinar Nilson Angulo, Kendry Páez y Justin Cuero. El triángulo dorado salió al rescate de Ecuador. Una combinación de pases para dejar al número 9 de cara al gol. Y ahí no perdona.
Cuero está formado bajo la escuela de Independiente del Valle. Nacido en 2004, el delantero fue fundamental para que Ecuador pueda estar en esta Copa Mundial Sub-20. Autor de cuatro goles en el último Sudamericano, fue determinante habiendo anotado los dos tantos en el partido decisivo ante Paraguay. Ahora se volvió a vestir de salvador, justo cuando su equipo más lo necesitaba.
A partir de esa igualdad de Cuero, todo tuvo otro color para Ecuador. Salió un equipo distinto a la segunda mitad. O mejor: salió la verdadera cara de la Mini Tri. Lo demostró Angulo, con un doble sombrero en la mitad de la cancha. La confianza era otra. Y que lo diga sino Zambrano, que casi convierte un gol histórico: pateó desde atrás de la mitad de la cancha pero la pelota rebotó en el travesaño.
Parecía que la suerte estaba ensañada con Ecuador. Porque a los 58 minutos, otro palo devolvió un zurdazo de Kendry Páez. Pero el rebote quedó para los sudamericanos. Tras un pase de Sebastián González, José Klinger tomó la pelota fuera del área. Un regate, un derechazo y un destino: el ángulo. El talentoso que faltaba, uno de los cuatro atacantes en los que confía Miguel Bravo, anotó un verdadero golazo. Por fin la Mini Tri saboreaba la victoria.
A partir de ahí, los sudamericanos supieron manejar el partido ante un equipo eslovaco que parecía sentir el cansancio. Ecuador se aferró a sus tres puntos valiosos. Ahora, el horizonte ya no aparece nublado. El próximo paso es Fiyi. Y un pasito más allá se ven los octavos de final. Todo se despejó cuando se juntaron Angulo, Páez y Cuero.
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