Justicia social para todos. Poner fin al trabajo infantil

La abolición del trabajo infantil es una piedra angular de la aspiración a la justicia social, mediante la cual todo trabajador pueda reclamar libremente y con las mismas oportunidades y trato, la parte que le corresponde de la riqueza que ha contribuido a generar.

El Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que celebramos el 12 de junio, tiene como objetivo servir de catalizador para el movimiento mundial contra el trabajo infantil. Haciendo hincapié en el vínculo entre justicia social y trabajo infantil, el lema del Día Mundial en 2023 es «Justicia social para todos. Poner fin al trabajo infantil».

La experencia de las tres últimas décadas ha demostrado que el trabajo infantil puede eliminarse si se abordan sus principales causas. Las medidas para abordarlas incluyen el establecimiento y la aplicación de un marco jurídico sólido basado en las Normas Internacionales del Trabajo y el diálogo social, la provisión de acceso universal a una educación de buena calidad y a la protección social, así como medidas directas para aliviar la pobreza, la desigualdad y la inseguridad económica, y promover el trabajo decente para los trabajadores adultos.

El trabajo infantil es, posiblemente, el más visible de estos problemas. Está causado por la pobreza y la exclusión, y las perpetua. Priva a los niños de educación y oportunidades y aumenta las probabilidades de que no consigan ingresos decentes y un empleo estable cuando sean adultos. Más que nunca, es urgente que todos contribuyamos a aportar soluciones a los problemas cotidianos de la gente, y que lo hagamos de una manera más eficaz y coherente.

El Día Mundial contra el Trabajo Infantil de 2023 quiere ser un momento para que todos los que estamos comprometidos con la erradicación del trabajo infantil demostremos que el cambio es posible cuando se aúnan voluntad y determinación, y debe servir para estimular mayores esfuerzos para resolver esta situación de emergencia.

En este Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el 12 de junio de 2023, hacemos un llamamiento en favor de

  • una actuación internacional más enérgica para lograr la justicia social, en particular en el marco de la prevista Coalición Mundial por la Justicia Social, con la erradicación del trabajo infantil como uno de sus elementos principales;
  • la ratificación universal del Convenio número 138 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la edad mínima de admisión al empleo, que, junto con la ratificación universal del Convenio número 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil lograda en 2020, proporcionaría a todos los niños protección legal contra cualquier forma de trabajo infantil;
  • la aplicación efectiva del Llamamiento a la Acción de Durban para la Eliminación del Trabajo Infantil.

Prevalencia del trabajo infantil

Desde el año 2000, durante casi dos décadas, el mundo había realizado progresos constantes en la reducción del trabajo infantil. Pero en los últimos años, los conflictos, las crisis y la pandemia del COVID-19, han sumido a más familias en la pobreza – y han obligado a millones de niños más a recurrir al trabajo infantil. El crecimiento económico no ha sido suficiente, ni mucho menos integrador, para aliviar la presión que sienten demasiadas familias y comunidades y que les hace recurrir al trabajo infantil. En la actualidad, 160 millones de niños siguen trabajando. Es decir, casi uno de cada diez niños en todo el mundo.

África ocupa el primer lugar entre las regiones, tanto por porcentaje de niños en trabajo infantil (un quinta parte) como el número absoluto de niños en situación de trabajo infantil: 72 millones. Asia y el Pacífico ocupan el segundo lugar con un siete por ciento y 62 millones en términos absolutos.

Las regiones de África y Asia y el Pacífico juntas alcanzan la cifra de casi nueve de cada diez niños en situación de trabajo infantil en todo el mundo. La población restante se divide entre las Américas (11 millones), Europa y Asia Central (6 millones) y los Estados árabes (1 millón). En términos de incidencia, el cinco por ciento de los niños están en situación de trabajo infantil en las Américas, el cuatro en Europa y Asia Central, y el tres en los Estados Árabes.

A pesar de que el porcentaje de niños en trabajo infantil es más alto en los países de bajos ingresos, su número es en realidad mayor en los países de ingresos medios: el nueve por ciento en los países de ingresos medios bajos, y el siete, en los de ingresos medios altos. Las estadísticas sobre el número absoluto en cada grupo de ingresos nacionales indican que 84 millones de niños están en situación de trabajo infantil, el 56 por ciento de los cuales vive en países de ingresos medios, y otros 2 millones viven en paises de altos ingresos.

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