EFEverde.- El Gobierno de Estados Unidos ha emitido nuevas reglas para proteger arroyos y humedales cuyo objetivo es ayudar a mantener limpia el agua potable que consumen 117 millones de ciudadanos, y a las que se oponen los republicanos en el Congreso, así como parte del sector agrícola.
Las nuevas normas, elaboradas por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, buscan clarificar qué vías y canales de agua necesitan ser protegidos dentro de la llamada Ley del Agua Limpia, vigente desde hace más de 40 años.
En un comunicado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recordó que varias decisiones del Tribunal Supremo de los últimos años “han dado lugar a incertidumbre” sobre el alcance de esa ley y, por ello, era necesaria una “aclaración”.
“Uno de cada tres estadounidenses obtiene hoy agua potable de arroyos que carecen de una protección clara y las empresas e industrias que dependen del agua limpia enfrentan incertidumbre y retraso”, destacó Obama en un comunicado divulgado por la Casa Blanca.
Según Obama, muchas de las fuentes de agua del país son “vulnerables a la contaminación”.
Con las nuevas normas emitidas hoy, las empresas tendrán “claridad” sobre “qué aguas están protegidas por la Ley de Agua Limpia”, agregó el presidente.
Oposición de republicanos y del sector agrícola
Desde que en 2014 se inició el proyecto para emitir las nuevas normas los republicanos y parte del sector agrícola se han opuesto a ellas, porque lo consideran una extralimitación de las regulaciones del Gobierno federal.
Los republicanos lograron aprobar recientemente en la Cámara Baja un proyecto de ley contra esas nuevas normas que está pendiente de ser considerado por el Senado.
Mientras, los agricultores consideran que el Gobierno federal tendrá a partir de ahora más poder sobre las decisiones vinculadas al uso de tierras.
Las nuevas reglas “únicamente protegen a las aguas cubiertas históricamente por la Ley del Agua Limpia. No interfiere en los derechos de propiedad privada y solo cubre el agua, no el uso del suelo”, subrayó hoy la EPA. EFEverde