Madrid, 28 jun.- El humo de los más de cien incendios que arrasan los bosques canadienses ha pasado por la península ibérica y ha llegado a Italia, pero no se espera que tenga un impacto significativo sobre la calidad del aire en superficie en Europa, según el Servicio de Vigilancia Atmosférica (CAMS) de Copernicus.

El humo procedente de los fuegos forestales de Canadá llegó el lunes al noroeste de España y Portugal, pasó por Madrid, este miércoles ha cubierto la mayor parte de la Península y también ha llegado al archipiélago canario.

Estas partículas en suspensión han velado el cielo en distintos puntos de España, como Galicia, Extremadura, Andalucía o Madrid, e incluso se han adentrado en el Mediterráneo, hasta llegar a Italia.

Así lo ha explicado este miércoles la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) desde su cuenta de Twitter, en una publicación en la que ha apuntado además que este fenómeno pudo hacer que las temperaturas registradas el martes “fuesen ligeramente inferiores a las previstas”.

“Lo que sucede en determinadas zonas del planeta puede acabar notándose en lugares muy distantes”, destacó el lunes la Aemet en otro tuit en el que compartía una imagen de satélite donde se señala que “el humo de los incendios de Canadá alcanza la península ibérica”, mientras “más al sur, se aprecia el polvo en suspensión procedente del Sáhara”.

Este miércoles, en Canarias se han sumado dos episodios que responden al desplazamiento de masas de partículas en suspensión: por un lado, los aerosoles generados por las quemas canadienses y, por otro, la calima en la que están inmersas las islas.

Allí, este jueves podría ser el día en el que esta conjunción de calima y partículas de ceniza sea más pronunciada, según ha detallado a EFE el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Canarias, David Suárez.

Mientras, el Gobierno canario, con la competencia sobre la calidad del aire, trata de determinar qué proporción hay de aerosoles desérticos generados por la calima y qué proporción hay de partículas vinculadas a los incendios canadienses.

Crisis climática

Según CAMS, el nuevo aumento de la intensidad de los incendios forestales en Canadá hacia finales de la semana pasada, provocó a nivel mundial un episodio “especialmente importante de desplazamiento de humo a gran distancia a través del Atlántico Norte”, que ha llegado a Europa.

Los especialistas de este servicio precisan que “un desplazamiento de humo a larga distancia como el de este episodio tiende a producirse a mayor altitud, donde la permanencia de los contaminantes de la atmósfera es más prolongada y cuya manifestación suele ser en forma de cielos brumosos con puestas de sol rojizas o anaranjadas”, por lo que “no se espera que el desplazamiento de humo previsto tenga un impacto significativo en la calidad del aire en superficie”.

El país norteamericano registra su peor temporada de incendios forestales de la historia, con unos 76.000 kilómetros cuadrados quemados en el este y el oeste; una superficie calcinada mayor que la combinada de 2016, 2019, 2020 y 2022, según el Centro Interinstitucional Canadiense contra Incendios Forestales.

Las autoridades canadienses han apuntado directamente a la crisis climática como responsable del elevado número de incendios, así como de sus dimensiones.

El incendio Donnie Creek, el más grande de la historia de Columbia Británica en Canadá, ha destruido cerca de 575 000 hectáreas de bosque, una dimensión que ha llevado a los responsables de los servicios de extinción de la provincia a desistir de seguir combatiendo el fuego y confían en que se extinguirá en el invierno con la llegada de lluvia y nieve. EFEverde