Crecidas de ríos, deslizamientos de tierra, sequías e incendios forestales son algunos de los eventos que cada vez con mayor frecuencia provocan centenares de muertes, afectan la producción de alimentos, destruyen infraestructura y obligan a la población a desplazarse en la región. La agencia meteorológica de la ONU llama a acelerar el cambio a las energías renovables.

A medida que se aceleran el calentamiento a largo plazo y el aumento de nivel del mar, los fenómenos meteorológicos extremos y los choques climáticos en América Latina y el Caribe se intensifican en periodicidad y gravedad.

Un nuevo informe regional de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) muestra que en los últimos 30 años, las temperaturas han aumentado un promedio de 0,2 °C por década, la tasa más alta de la que se tiene constancia.

El estudio destaca el círculo vicioso de los crecientes impactos sobre los países y las comunidades locales, citando como ejemplo que la sequía prolongada conllevó un descenso de la producción hidroeléctrica en amplias zonas de América del Sur lo que, a su vez, provocó un fuerte aumento de la demanda de combustibles fósiles en una región con un gran potencial sin explotar de energías renovables.

Además, menciona que el calor extremo combinado con la sequedad de los suelos dio lugar a incendios forestales sin precedentes en pleno verano de 2022, lo que provocó que las emisiones de dióxido de carbono alcanzaran los máximos niveles de los últimos 20 años y, por consiguiente, que las temperaturas fueran aún más altas.

La OMM también advierte que el deshielo de los glaciares ha empeorado, amenazando los ecosistemas y la futura seguridad hídrica de millones de personas. En el verano de 2022 se produjo una pérdida casi total del manto de nieve en los glaciares de los Andes centrales, de modo que capas más sucias y oscuras de los glaciares absorbieron más radiación solar, lo cual a su vez aceleró el deshielo.

Muertes y pérdidas económicas multimillonarias

«Los ciclones tropicales, las precipitaciones intensas y las inundaciones, así como las graves sequías plurianuales, provocaron pérdidas de vidas humanas y daños económicos multimillonarios a lo largo de 2022. El creciente aumento del nivel del mar y calentamiento de los océanos plantean riesgos cada vez mayores para los medios de subsistencia, los ecosistemas y las economías de las zonas litorales«, advirtió el secretario general de la OMM.

Petteri Taalas explicó que muchos de los fenómenos extremos estuvieron influidos por el episodio de larga duración de La Niña, aunque aclaró que también son característicos del cambio climático debido a la actividad humana. 

El titular del organismo adelantó que un nuevo episodio de El Niño hará subir las temperaturas y traerá consigo más fenómenos meteorológicos extremos y afirmó que por este motivo la iniciativa Alertas Tempranas para Todos será fundamental para proteger vidas y medios de subsistencia.

Daños causados por los huracanes Eta e Iota en la ciudad guatemalteca de San Pedro Carcha.

Emiliano Tux Chub

Potencial de energías renovables

Para la OMM, los sectores prioritarios en la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos en América Latina y el Caribe son la agricultura y la seguridad alimentaria, así como la energía. 

El informe destaca los impactos de las persistentes sequías de la región en la producción agrícola y el potencial sin explotar de las energías renovables, especialmente los recursos solares y eólicos.

América Latina y el Caribe tienen una elevada proporción de energías renovables modernas en el consumo total de energía final, principalmente debido a la energía hidroeléctrica. Sin embargo, también existe la posibilidad de aprovechar los recursos solares y eólicos de la región, que hasta 2020 representaban solamente el 16% de la generación total de energías renovables.

Producción de alimentos 

La agencia de la ONU recordó que la región desempeña un papel fundamental en la producción de alimentos y la prestación de servicios ecosistémicos que benefician a todo el planeta

Subraya, por otra parte, que es muy vulnerable a los riesgos climáticos ya que cerca de tres cuartas partes de la población vive en asentamientos urbanos informales y que alrededor del 8% de la gente está subalimentada.

En este sentido, la OMM enfatizó la importancia de los servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales y de los centros regionales sobre el clima a la hora de apoyar la adaptación y mitigación de los efectos del calentamiento de la Tierra.

news.un.org