Flike más que una moto voladora se trata de un tricóptero en todo el sentido de la palabra, con una distribución Y6 (dos al frente y uno en la parte trasera) en total tenemos seis rotores emparejados en una disposición coaxial y cada uno es impulsado por un motor eléctrico de disco, que a su vez son alimentados por baterías de polímero de litio lo que nos da una autonomía de entre 15 y 20 minutos de vuelo estacionario, y entre 30 y 40 minutos en modo de vuelo crucero según sus creadores.
Flike 01
Los controles de Flike permiten modificar la velocidad de cada rotor, lo que nos ayudará en su manejo, despegue y otras capacidades de vuelo. Gracias a un sistema que gestiona de manera automática el vuelo no tenemos que preocuparnos por la estabilización, la posición lateral de la nave, ni de la altitud, incluso este sistema es capaz de compensar la falla de algún motor y así evitar accidentes en pleno vuelo.
Detrás de Flike está un equipo húngaro de Bay Zoltan Nonprofit Ltd., quienes han trabajado por más de un año y finalmente han anunciado el primer prototipo funcional, el cual se ha logrado mantener por más de un minuto y medio en el aire con un peso de 210 kilogramos, demostrando el gran trabajo del sistema estabilizador dentro de las primeras pruebas de vuelo tripuladas.
La siguiente meta del equipo es conseguir inversionistas que crean en el proyecto con la mira puesta a tener un producto final y que se pueda comercializar de forma masiva durante 2016.
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