Madrid.- El Día de la Sobrecapacidad de la Tierra de 2023 llega este miércoles 2 de agosto: es la fecha que indica que la humanidad ha consumido todos los recursos generados por el planeta para todo el año, de acuerdo con el análisis elaborado por el ‘think tank’ o laboratorio de ideas Global Footprint Network (GFN).

Esta ONG trabaja en colaboración con cerca de un centenar de organizaciones internacionales y desarrolla herramientas para la medición y evaluación de la huella ecológica en cerca de 200 países desde 1961, aunque el primer registro específico del Día de la Sobrecapacidad lo llevó a cabo en 1970.

Aquel año, la fecha correspondía con el 29 de diciembre y, tan sólo medio siglo más tarde, se ha anticipado varios meses acercándose a la mitad del año, si bien en 2023 se ha retrasado unos días respecto a 2022, cuando se alcanzó el 28 de julio.

Tal y como apunta a EFE el director de Conservación de WWF, Enrique Segovia, la humanidad se encuentra en un momento de crisis ecológica en el que “consume muchos más recursos de los que anualmente el planeta es capaz de regenerar” hasta el punto de que, como media, el ser humano necesitaría 1,75 planetas para satisfacer sus demandas.

Países más endeudados que otros

No todos los países consumen igual: algunos, como Finlandia o Angola cierran el ejercicio con reservas pero otros como Catar o Luxemburgo extinguen los medios teóricamente disponibles en mes y medio y, así, ha señalado que “Catar consume el equivalente a nueve planetas; EEUU, más de cinco; España, cerca de tres y Yemen, ni siquiera la mitad de uno”

En el caso de España, su día específico de sobrecapacidad en 2023 según las mediciones de GFN llegó el pasado 12 de mayo.

Para tratar de paliar esta situación a corto plazo, sería necesario según Segovia “retrasar la fecha 19 días cada año de aquí a 2030” puesto que “aún estamos dentro de un parámetro que permite recuperar la funcionalidad de los ecosistemas”.

El director general de GFN, Steven Tebbe, ha señalado al cambio climático como factor principal de los malos datos obtenidos respecto a la huella ecológica en todo el mundo: “las olas de calor, los incendios forestales, las sequías y las inundaciones tienen que ver con el adelantamiento del Día de la Sobrecapacidad”.

Objetivos medioambientales

Entre las propuestas para reducir la explotación de los recursos naturales figura una limitación efectiva de emisiones así como de los desperdicios alimentarios ya que en estos momentos “se desaprovecha más del 40 % de la comida”.

Aunque los últimos informes del GFN muestran que el Día de la Sobrecapacidad ha tendido a estabilizarse en los últimos cinco años, sus analistas consideran que “es difícil discernir en qué medida se debe a la desaceleración económica o a los esfuerzos deliberados de descarbonización” puestos en marcha por gobiernos e instituciones nacionales e internacionales.

En 2020, la fecha se retrasó hasta el 22 de agosto, pero en este caso se debió al confinamiento forzado por la COVID 19 con la consiguiente interrupción de la producción y del consumo, asociados al ahorro de recursos.

Con respecto a esto Segovia recuerda que no sólo los Estados o las empresas sino cada persona tiene un grado de responsabilidad para afrontar la situación y que “como ciudadanos tenemos que hacer lo posible para reducir nuestra huella”.

“Los índices de éxito de una entidad no deben ser solamente económicos, sino también sociales o ambientales, evitando los perjuicios para el medio ambiente”, ha concluido. EFEVerde