Atenas, 23 ago (EFEverde).- El Gobierno griego ha reconocido que la ola de incendios que sufre el país desde hace cuatro días no tiene precedentes, que la situación meteorológica es la peor desde que hay registros y ha advertido de que hay que prepararse para las situaciones que surgirán debido a la crisis climática.
“Esta es una situación sin precedentes. Este verano es el peor desde que se recogen datos meteorológicos”, aseguró en rueda de prensa el Ministro de Crisis Climática y Protección Civil, Vassilis Kikilias.
El ministro defendió la gestión del Gobierno ante los 300 incendios declarados en todo el país desde el sábado, y que hasta ayer habían arrasado ya más de 43.000 hectáreas.
Así, por ejemplo, afirmó que los medios aéreos llegaron en apenas cuatro minutos al foco aparecido en el Parque Natural de Parnitha, al norte de Atenas.
Con todo, reconoció que pese a las mejoras aplicadas en Protección Civil desde el año 2019, el resultado no es el que le gustaría al Gobierno.
“Queda mucho por hacer para gestionar con mayor eficacia las situaciones que se derivarán de la crisis climática”, ha subrayado el ministro, quien opinó que no hay lugar para “mezquinos debates partidistas” y que “pronto llegará el momento del debate público y de la dura crítica y autocrítica.”
Thodoris Giannaros, del Observatorio meteorológico Nacional de Atenas, ha explicado que en lo que va de 2023 pueden haber ardido ya unas 100.000 hectáreas.
“Es seguro que, una vez que se incorporen las últimas cifras de incendios forestales aún activos, la cifra final será aún mayor, con 2023 en liza para ser uno de los años más devastadores de los últimos 15 años en términos de superficie quemada”, ha declarado al diario Kathimerini.
Desde el Observatorio se ha advertido de que se han registrado altas concentraciones de micropartículas incluso a cientos de kilómetros de los frentes de incendio.
Por ejemplo, el humo provocado por el incendio de Evros, el más devastador de los actualmente en curso, se extendió hasta 950 kilómetros al suroeste del foco, cubriendo unos 110.000 kilómetros cuadrados, el 80 % de la superficie del país.
La oleada de incendios ha costado ya la vida a 19 personas, 18 inmigrantes irregulares que murieron carbonizados en un bosque en Evros, la región más afectada, cerca de la frontera con Turquía, y un ganadero que falleció al intentar salvar a sus animales.
Además, varios medios griegos informan de que otros nueve cadáveres de inmigrantes irregulares han aparecido en la zona, aunque no hay aún confirmación oficial.
La fiscal del Tribunal Supremo de Grecia, Georgia Adeilini, ha solicitado este miércoles que se abra una investigación sobre si los graves incendios en Evros corresponden a un plan de una organización criminal.
Uno de los focos que ha aparecido hoy amenaza al Parque Nacional de Parnitha.
“Se están haciendo esfuerzos sobrehumanos para evitar que las llamas lleguen al lugar. Esperamos que amainen los vientos (…) Cuando cesen los vientos, se podrá controlar el fuego”, ha señalado el vicedirector regional de Protección Civil de la región de Ática, Vassilis Kokkalis.
Los fuegos han obligado a evacuar numerosos pueblos, residencias de ancianos y un centro de internamiento de migrantes situado al norte de Atenas.
La Fiscalía pide investigar si hay una organización criminal tras oleada de fuegos
Por otra parte la fiscal del Tribunal Supremo de Grecia, Georgia Adeilini, ha solicitado este miércoles que se abra una investigación sobre si los graves incendios en Evros corresponden a un plan de una organización criminal.
En esa petición también se ha planteado que se analice si se han producido delitos de odio y racismo en relación a la detención de tres personas por haber encerrado a un grupo de 25 refugiados y migrantes a los que acusaban de haber provocado los fuegos.
EFE
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