Estas aves luego de sufrir drástica disminución de su población,

A pesar de haber perdido el 90 por ciento de su diversidad genética, las aves monarcas de Seychelles han logrado sobrevivir.

El monarca colilargo de las Seychelles (Terpsiphone corvina) es una especie de ave paseriforme de la familia Monarchidae endémica de las islas Seychelles. Sin embargo, hace años, la naturaleza y la gravedad de las amenazas a esta especie comenzaron con la destrucción de los bosques nativos donde suelen habitar estás aves.

Monarca colilargo de las Seychelles - eBird

Aves monarcas de Seychelles, un ave con una genética inconfundible

Hace no mucho tiempo, a principios de la década de 1800, miles de aves monarcas de las Seychelles poblaban al menos cinco de esas islas de la costa sudoriental de África. En los años 1960, quedaban solamente 28 de estas criaturas aladas, y todas habitaban en una isla, La Digue.

Pero, la historia cambio en 2008, cuando se encontraron algunas aves en la vecina Marianne, aunque esto, junto con las aves de Praslin, puede representar un desbordamiento no viable y las aves parecen incapaces de establecer poblaciones en estas islas vecinas, es un sinónimo de recuperación de la propia población.

Pero, ¿qué fue lo que pasó?

Estas pequeñas aves negras, que se alimentan de insectos y arañas, sucumbieron ante la pérdida de su hábitat, las especies invasoras y la caza en los siglos XIX y XX. En los últimos años, gracias a una mejora en las medidas locales de conservación, su población ha aumentado y La Digue es ya hogar de más de doscientas cincuenta aves monarcas de Seychelles.

De acuerdo con el biólogo evolutivo Hernán Morales de la Universidad de Copenhague, esto se debe a su baja diversidad genética inicial, lo que ha evitado la amplificación de genes negativos que suelen aumentar cuando la población disminuye drásticamente.

Terpsiphone corvina (Seychelles Paradise Flycatcher) on La Digue island on the Seychelles

¿Cómo se involucran los genes?

Según Morales, reveló que especies más grandes y diversas tienen un mayor riesgo de extinción debido a la mayor presencia de genes negativos cuando la población se reduce. Estos hallazgos pueden ser útiles para mejorar las medidas de conservación y garantizar la supervivencia de las especies en peligro como estás aves.

Y es que, a diferencia de las anteriores cinco extinciones masivas precedentes, la más reciente de las cuales acabó con los dinosaurios (hace 65 millones de años), la actual está causada principalmente por la actividad humana y se debe al uso de la tierra, el agua y la energía y a la contaminación, así como la destrucción de hábitats.

Por esa razón Morales, a través de una investigación analizó doce especies de aves, entre ellas las aves monarca de Seychelles, que se vieron afectadas por un rápido descenso de su población, obteniendo que nunca hubo grandes poblaciones de las aves monarcas de Seychelles. Y el trabajo con el material de los museos revela ahora que nunca habían presentado tampoco una gran diversidad genética, en comparación con otras especies de aves.

Esta situación significa, en primer lugar, que la variación genética puede ejercer un efecto positivo, negativo o neutro en una población. En segundo lugar, el desplome de la población suele conllevar una mayor presencia de genes negativos, por lo que se reduce la salud genética al aumentar la endogamia, esto es, el apareamiento entre animales estrechamente emparentados. De forma simple se puede decir que la reproducción de las aves monarcas de Seychelles, a lo largo de los años, no se ve afectada por su apareamiento con familia cercana.

Aunque parece una buena noticia, en realidad, esto significa que animales como el ave monarca de Seychelles, cuya diversidad genética es de por sí baja, tienen menos genes negativos que se amplifiquen cuando caen sus cifras de población, que a largo plazo no es algo positivo, ya que, mientras que los genes negativos aumentan cuando la población desciende drásticamente, los positivos y neutros suelen disminuir.

Tales hallazgos pueden reforzar las medidas de conservación, ya que, según Morales, muestran si las especies requieren de más ayuda cuando cae su población o después. Por ejemplo, esta información podría evitar que las organizaciones ecologistas cataloguen a especies como las aves monarcas de Seychelles como especies en buen estado de conservación cuando, en realidad, siguen en riesgo debido a la erosión de su diversidad genética.

ecoosfera.com