Un gol del inglés en el último minuto certifica la merecida victoria del Real Madrid ante el Unión Berlín en el arranque de la competición.
El Real Madrid arrancó la Champions League con una merecida victoria frente al Unión Berlín. Nuestro equipo nunca se rinde y volvió a demostrarlo con un gol de Bellingham en el último minuto, el sexto del inglés en seis encuentros, que da los tres puntos al Madrid en el estreno de la competición.
La primera mitad, salvo la ocasión que evitó Rüdiger nada más comenzar el partido, fue un monólogo de nuestro equipo. Los de Ancelotti recuperaban el balón a gran velocidad, pero no llegaban al área rival con claridad por el trabajo defensivo del conjunto alemán. Sólo en dos ocasiones estuvieron cerca de sorprender al Unión Berlín. Ambas con Joselu como protagonista. En la primera, Bellingham puso el balón a la espalda de la zaga y el testarazo del delantero a los tres minutos terminó en las manos de Rønnow. Poco después, fue Lucas Vázquez el que centró desde la banda derecha y el remate de cabeza del internacional español no encontró portería por centímetros.
Catarata de ocasiones
La segunda parte, en la que los de Ancelotti acumulan 8 de sus 11 goles oficiales, fue muy distinta. De hecho, nuestro equipo pudo adelantarse en una doble ocasión que tuvo Rodrygo en el 51’. Su primer remate, tras una veloz jugada personal, se estrelló en el cuerpo de Rønnow, el rechazo llegó a Lucas Vázquez, que centró y el acrobático remate del brasileño pegó con violencia en el poste. Cuatro minutos después, Camavinga puso el balón atrás y el zurdazo de Joselu dentro del área fue desviado en primera instancia por el portero y en segunda por Bonucci, que lo mandó a córner con la cabeza.
Segundo balón al poste
Eran los mejores momentos de nuestro equipo, que estaba lanzado a por el gol, y de nuevo lo volvió a evitar el poste. Centró Rodrygo en el 62’ y el testarazo de Joselu fue desviado por Rønnow y, a continuación, impactó en el palo. Siete minutos más tarde, lo intentó Modrić con un espectacular zurdazo desde la frontal que se encontró como respuesta una estirada del guardameta. Transcurrían los minutos y el merecido premio del gol se estaba resistiendo. Pudo llegar en el decimoquinto córner que lanzó nuestro equipo, pero el remate de Rüdiger en escorzo dentro del área se marchó alto.
Bellingham lo volvió a hacer
Las ocasiones seguían sucediéndose. Centró Bellingham en el 83’ y el complicadísimo remate de espaldas de Joselu no encontró portería por centímetros. Tres minutos después, Brahim puso el balón en el área, Rodrygo se lo acomodó con la espuela y su posterior remate terminó en las manos de Rønnow. Y cuando parecía que el partido iba terminar empatado, surgió Bellingham para volver a demostrar que los minutos de añadido son su territorio. El inglés sentenció al aprovechar un rechazo tras un disparo de Valverde desde la frontal para sellar la merecida victoria de los de Ancelotti.
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