Los casos como Otis, son consecuencia del cambio climático y el calentamiento del mar. Están exacerbando la gravedad y frecuencia de los desastres naturales, en particular de los huracanes. Y es que, en menos de 12 horas, Otis pasó de tormenta tropical a huracán categoría 5, la máxima en la escala Saffir Simpson, con lo que se rompió el récord histórico en México en cuanto a la intensificación de un huracán.

Los modelos de pronósticos meteorológicos internacionales no previeron en un inicio que este fenómeno pasaría de vientos de 64 kilómetros por hora a 270 kilómetros por hora, lo que afectó la forma en que se pudo responder, pero ¿a qué se debió o cuál fue la causa?

Por qué no supimos qué Otis crecería tan rápido
Por qué no supimos qué Otis crecería tan rápido

Huracán Otis, una consecuencia del calentamiento global

El calentamiento global ha dejando su huella en eventos climáticos a lo largo de los años y cómo seguirá teniendo consecuencias, en caso de que no se tomen medidas al respecto. De hecho, gran parte del calentamiento global que estamos experimentando desde hace más de 20 años es absorbido por los océanos. 

Las emisiones de gases de efecto invernadero que calientan la atmósfera son absorbidas por el mar, y esto está relacionado con la formación de ciclones tropicales y huracanes. A medida que el mar se calienta, estos eventos como Otis pueden volverse más frecuentes y más intensos. 

De acuerdo con la investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Rosario Romero Centeno, es probable que el incremento de la temperatura de los océanos y la mayor capacidad de la atmósfera para contener humedad podrían estar haciendo que los huracanes sean cada vez más intensos y pasen de menor a mayor categoría en poco tiempo.

Cómo es que “El niño” y el calentamiento global influyan

De acuerdo a los investigadores de la UNAM, las altas temperaturas del mar ayudaron a la rápida intensificación de Otis, no solo por la presencia del fenómeno de El Niño, que cada dos o cinco años aumenta la temperatura de las aguas del Pacífico, sino por el aumento generalizado en el planeta.

“Lo que vimos fueron varios elementos que se juntaron para crear una tormenta catastrófica. Más arriba, el cuelo estaba calmado, por lo que los vientos no deformaron la columna de aire que formó al huracán, si a eso añadimos que el agua de la parte inferior es más caliente que de costumbre, entonces la densidad del aire en la base se vuelve más caliente y empieza a dar más fuerza al huracán”

ecoosfera.com