Sevilla (EFEverde).- Una fuente de 22 metros de largo con forma semicircular y dotada con micronizadores de agua y el aumento del arbolado natural y mecánico permitirán la refrigeración en un espacio urbano en Sevilla para reducir la temperatura hasta siete grados, una actuación enmarcada dentro del proyecto LIFE Watercool de adaptación climática en la capital andaluza.

Adaptación climática en Sevilla

El proyecto LIFE Watercool de adaptación climática, cofinanciado por la Unión Europea, busca crear tres espacios bioclimáticos para reducir la temperatura en esas zonas urbanas ubicadas en el distrito de la Macarena, en el centro de Sevilla, una ciudad que sufre el impacto del aumento de las altas temperaturas provocado por el cambio climático.

Entre los elementos contemplados para la refrigeración de las tres estancias bioclimáticas contempladas en el proyecto se ha diseñado una fuente que se ha situado en una plaza -delante del colegio Arias Montano-, un espacio que “es de nueva creación y donde se ha proyectado una de las estancias”, explica el profesor de la Universidad de Sevilla, José Sánchez Ramos.

El profesor de la Universidad de Sevilla (US), José Sánchez Ramos. EFE/David Arjona

Este espacio de la plaza “estaba muy expuesto al aire caliente” por la confluencia de tres calles y la entrada de rachas de viento procedentes de la calle Fray Isidoro, por lo que “se pensó en una fuente para reducir la temperatura del lugar”.

Fuente semicircular 

La fuente tiene forma de bumerán “-medio circular-, mide 22 metros de largo y con altura variable que va desde los pocos centímetros hasta el metro y medio en el centro”, y que actúa de “desviador de corriente del aire caliente de verano de Sevilla”.

Imagen cedida por la Universidad de Sevilla de la fuente instalada en la plaza delante del colegio Arias Montano de Sevilla.

La fuente tiene “un perfil aerodinámico que ha sido diseñada con software de simulación térmica de fluidos (CFD) para que el aire caliente que entra en la plaza acondicionada se reduzca en un 89-91 por ciento”, según el profesor de la Universidad de Sevilla.

Para ello, “entre 35-40 micronizadores” con los que contará la fuente generan “una nube de aire más fresco” en el espacio de la plaza, permitiendo “la reducción de unos 6 o 7 grados de temperatura en relación con la ambiental”.

Detrás de la fuente, dice Sánchez Ramos, hacia la plaza, se va a crear “una nueva estancia de 250 metros cuadrados”, que se refrescará gracias a “esos surtidores de agua de la fuente que proporcionarán una fina lámina de humedad de poco espesor” que reducirá la temperatura para las personas que se encuentren sentadas en el banco -otro de los elementos bioclimáticos- ubicado detrás de la fuente.

De esta manera, el usuario que esté sentado en el banco, “tendrá una gran superficie de agua y una temperatura más fría que la temperatura del aire”, es decir, se convierte en un “espacio amigo a la hora de tener confort térmico”.

Según Sánchez Ramos, la fuente es una “solución metálica de aluminio pulido, que se pinta con diferentes colores”, para formar una “sintonía con los árboles metálicos o prótesis arbóreas desmontables” que se ubicarán también en la plaza como otros elementos bioclimáticos hasta que los árboles naturales tengan un tamaño suficiente para dar sombra.

Nueva topografía en una nueva plaza

La arquitecta Isabel Rus Pezzi, del estudio Lisabesur, encargado del diseño de la fuente y las prótesis arbóreas, explica que la forma de la fuente “viene motivada por la generación de una nueva topografía dentro de la plaza, que era un nudo de tráfico, con cruce de semáforos de una ciudad poco amable”.

La arquitecta Isabel Rus Pezzi del estudio Lisabesur encargada de la construcción de la fuente en el proyecto Life Watercool de adaptación al cambio climático en la avenida de la Cruz Roja de Sevilla. EFE/Raúl Caro

Rus, especializada en arquitectura bioclimática, señala que con la forma de la fuente se pretende “formalizar una geometría que pertenezca al lugar” y conseguir con su “posición estratégica dentro de la plaza” que el aire caliente que viene desde la orientación dominante y que “puede alcanzar -según mediciones de la Universidad de Sevilla- hasta 50 grados se sobrelleve en la cumbrera”.

Esta estancia de larga duración, señala, “se refrigerará de manera natural, sin utilizar una refrigeración mecánica ni aire acondicionado y con la ayuda del arbolado”.

Arbolado de aluminio

Además, en el ámbito del proyecto LIFE Watercool se pretende aumentar el arbolado, según la arquitecta, para conseguir “más zonas de sombra”, una acción que se “ayudará” hasta el crecimiento de los árboles con unas estructuras de aluminio que simulan a un árbol y dotadas de elementos con lamas que permitirán el paso de la luz de acuerdo a la intensidad de la misma y la estación del año.

Imagen de uso editorial cedida por la Universidad de Sevilla.

El proyecto cuenta además con una estancia corta, que es una parada de autobús bioclimática y una estancia media, que será una pérgola también bioclimática dentro del colegio.

En el proyecto LIFE Watercool participan además de la Universidad de Sevilla, la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Sevilla, S.A. (Emasesa), el Ayuntamiento de Sevilla, la empresa Alten y la Agencia EFE a través del departamento EFEverde. EFEverde