En las verduras, variar en el tipo de hoja verde es la clave para conseguir un aporte nutricional completo, pero eso se ve perjudicado por la contaminación. Más allá de recomendar las verduras para consumir, es importante saber por qué las verduras son tan vulnerables a la contaminación, cómo evitar enfermar y si realmente se puede confiar en las etiquetas que dicen “triple lavado”.
Puede que pienses que comer verde es sinónimo de un alimentación con alto contenido nutricional. Aunque en toda comida deberían estar presentes, no todas reportan los mismo beneficios, además hay algunos cuidados que se deben tener de ellas.
Las verduras de hoja verde son saludables siempre y cuando…
Col rizada, espinacas, mesclun, lechuga romana, verduras y proteínas son el equivalente gastronómico de dormir sobre sábanas frescas, pero hay cuidado que tomar en cuenta para nuestra salud, pues muchas veces, sino es que la mayoría de ellas, son las verduras con más probabilidades de enfermar dado su cultivo, dado los microbios.
Esto se debe a que los microbios se pueden adherir a la superficie de las hojas e incluso penetrarlas. Si usted come verduras de hoja verde contaminadas sin cocinarlas antes, como en una ensalada o un sándwich, podría enfermarse.
Y es que, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, muchas enfermedades son transmitidas por microbios que se encuentran en las verduras y frutas que la gente come crudas. Entre los microbios dañinos que a veces se encuentran en las verduras de hoja verde se encuentran E. coli, norovirus, Salmonella, Listeria, y Cyclospora. ¿Cómo sopesamos estos riesgos entonces? Manipular las verduras de forma segura.
¿Qué se puede hacer para evitar las enfermedades transmitidas por los alimentos?
La precaución más obvia a tomar con las verduras es tirar cualquier verdura de tu cocina que haya sido retirada del mercado por contaminación conocida.
Y si la próxima vez que vayas al supermercado tienes la tentación de buscar esos envases de plástico de lechuga triplemente lavada, quizá debas pensártelo mejor: las etiquetas de prelavado y triple lavado no están reguladas por las autoridades e incluso estos productos han sido retirados del mercado en Estados Unidos por riesgo de contaminación. Si bien, supone una diferencia, no es una garantía de salud.
En cambio, si conseguiste tus verduras frescas en el mercado necesitas darles un enjuague. Los expertos recomiendan enjuagarlas en agua. No con lejía diluida, ni en una solución de vinagre. Sólo agua. Es decir, enjuagar las verduras de hoja verde bajo el agua de la llave es la mejor manera de lavarlas. No remoje las verduras de hoja verde, si las remoja, los microbios que haya en una hoja pueden propagarse a las demás hojas. Además, si las remoja en el fregadero, los microbios que haya ahí pueden contaminarlas.
Otras medidas de seguridad de los alimentos a considerar cuando seleccione, almacene y prepare verduras de hoja verde y otras verduras y frutas frescas:
- Seleccione verduras de hoja verde y otras verduras y frutas que no estén magulladas ni dañadas.
- Asegúrese de que las frutas y verduras frescas precortadas, como la ensalada envasada o las frutas y verduras en trozos, estén refrigeradas o sobre hielo en la tienda.
- Separe las frutas y verduras frescas de las carnes, pollo y otras aves, pescados y mariscos crudos, así como de los huevos cuando los ponga en el carrito y las bolsas de las compras, y en el refrigerador.
- Guarde las verduras de hoja verde, las ensaladas y todas las frutas y verduras frescas precortadas y envasadas en un refrigerador limpio con la temperatura fijada en 40 ºF o menos.
- Use tablas de cortar y utensilios para las frutas y verduras frescas diferentes a los que use para las carnes, la carne de ave, los pescados y mariscos y los huevos que estén crudos. Si esa no es una opción, prepare las frutas y verduras frescas antes de preparar la carne cruda.
- Lave todos los utensilios, las tablas de cortar alimentos y las superficies de la cocina con agua caliente jabonosa después de usarlos.
- Cocine completamente o bote todas las frutas y verduras frescas que entren en contacto con carne, aves, pescados o mariscos crudos o sus jugos.
- Refrigere las frutas y verduras, incluidas las ensaladas, dentro de las 2 horas de haberlas cortado, preparado o cocinado (1 hora si están a temperaturas de más de 90 °F, como en un auto caliente o durante un pícnic).
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