El Papa Francisco pidió hoy a los más de 1.200 millones de católicos de todo el mundo que unan sus fuerzas a la lucha contra el cambio climático. En la primera gran carta encíclica de su papado, Francisco afirma que la ciencia es clara respecto al cambio climático y que éste es un asunto moral para la iglesia católica. Hay que afrontar el cambio climático, sostiene, para proteger tanto a las poblaciones más vulnerables como al planeta.
El título de la encíclica, «Laudato Si» («Alabado seas» en latín), es una referencia a una oración de San Francisco, de quien el Pontífice tomó su nombre papal y que es, además, el santo patrón de la ecología.
El documento papal llega a pocos meses de que los gobiernos se reúnan en la conferencia de la ONU sobre cambio climático de París, en la que suscribirán un acuerdo universal para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar que el incremento de la temperatura media global supere los 2°C.
Antes de esa conferencia, las naciones del mundo se reunirán en Nueva York, en septiembre, en la Asamblea General de la ONU para acordar una nueva serie de objetivos de desarrollo sostenible. Estas dos citas están interconectadas y se espera que pongan al mundo camino de un futuro sostenible en el que el crecimiento no esté asociado con la contaminación y la degradación ambiental.
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El portavoz del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, publicó el siguiente comunicado:
El Secretario General se congratula de la encíclica papal que hoy publicó su Santidad el Papa Francisco que llama la atención sobre el hecho de que el cambio climático es uno de los principales restos a los que se enfrenta la humanidad y que se trata de una cuestión moral que requiere un diálogo respetuoso entre todos los sectores de la sociedad. El Secretario General subraya el hecho de que la encíclica concluye que existe un “consenso científico muy sólido” sobre el calentamiento significativo del sistema climático y que la mayor parte del calentamiento de las últimas décadas ha sido causado “principalmente por las actividades humanas”.
El Secretario General reafirmó que la humanidad tiene la importante obligación moral de cuidar y proteger nuestro hogar común, el planeta Tierra, así como ser solidaria con los miembros más pobres y vulnerables de la sociedad que son quienes más están sufriendo el cambio climático. Así, el Secretario General urge a los gobiernos a que pongan el bien común global por encima de los intereses nacionales y que adopten un ambicioso acuerdo universal sobre cambio climático en París este año.
El Secretario General da la bienvenida a las contribuciones de todos los líderes religiosos y personalidades influyentes en dar una respuesta al reto del cambio climático y en reforzar un desarrollo sostenible. El Secretario General está deseoso de recibir al Papa Francisco en las Naciones Unidas el próximo septiembre para que se dirija a la Asamblea General de la ONU.
La máxima responsable de la ONU sobre cambio climático, Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC, dio la bienvenida a la encíclica afirmando:
«La encíclica del Papa Francisco subraya que actuar frente al cambio climático es un imperativo moral para ayudar a las poblaciones más vulnerables del planeta, proteger el medio ambiente y fomentar un desarrollo sostenible. Esta clara llamada debería guiar al mundo para que de París a finales de este año salga un acuerdo climático universal duradero y fuerte. El imperativo económico junto al imperativo moral no dejan lugar a dudas de que debemos actuar ya frente al cambio climático».
Por su parte, el director Ejecutivo del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner, hizo la siguiente declaración tras conocerse la encíclica:
«El Programa de la ONU para el Medio Ambiente da la bienvenida al llamado sin ambigüedades del Papa Francisco, un llamado a la acción para hacer frente a la degradación medioambiental y al cambio climático. Esta encíclica es un llamado claro que resuena no solo entre los católicos sino entre todos los pueblos de la tierra. La ciencia y la religión se han unido en esta cuestión y ha llegado la hora de actuar.
Compartimos la visión del Papa Francisco de que nuestra respuesta al cambio climático y la degradación ambiental no puede estar exclusivamente definida por la ciencia, la tecnología o la economía, sino que se trata también de un imperativo moral. No podemos dejar de lado a los más pobres del planeta, ni a los más vulnerables que son quienes más están sufriendo los cambios que vemos se están produciendo.
La protección del medio ambiente debe hacerse teniendo en cuenta los intereses de las generaciones presentes y las futuras. Con la adopción de los objetivos de desarrollo sostenible, en septiembre, y el acuerdo climático, en diciembre, tenemos la oportunidad de alterar el curso de la historia, creando un mundo mejor y más equitativo para todos. Sabiendo lo que sabemos sobre el estado del planeta y las decisiones que podemos tomar a día de hoy, no hay duda de las graves consecuencias que se plantean. Todos debemos reconocer la necesidad de reducir nuestro impacto en el medio ambiente y hemos de consumir y producir de manera sostenible. Como el Secretario General de la ONU ha dicho en repetidas ocasiones, somos la primera generación que puede acabar con la pobreza y la última que puede actuar para evitar los peores impactos del cambio climático».
La Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, dijo por su parte:
«El Papa Francisco ha llamado a la humanidad a mirar el planeta con una nueva visión, verlo como nuestro hogar. Es un llamamiento a la valentía y la unidad, para que todos los hombres y mujeres cuenten con las oportunidades y la capacidad de poner de su parte, especialmente los más marginalizados, para quienes la sostenibilidad significa mucho más que leyes y políticas «verdes», significa nuevas formas de pensar y de comportarse como ciudadanos globales, con una nueva manera de ver los océanos y la biodiversidad. Necesitamos esta visión y esta valentía más que nunca para alcanzar el nuevo acuerdo climático universal este año en París».
Helen Clark, Administradora del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), afirmó:
«Doy la bienvenida a la importante contribución que el Papa Francisco hace al debate sobre el cambio climático con esta encíclica sobre el medio ambiente y la pobreza. Los pobres y marginados de nuestras sociedades son los más vulnerables al cambio climático y son, además, los más duramente afectados.
El PNUD trabaja junto a los países en desarrollo para evitar lo que el Papa Francisco denomina como “economía de la exclusión” y se esfuerza por hacer posible un progreso y un crecimiento que beneficie a todos. Cuando, deseosos, esperamos el establecimiento este año de los objetivos de desarrollo sostenible así como el tan esperado acuerdo sobre cambio climático, hemos de aprovechar esta oportunidad, única para nuestra generación, y establecer la hoja de ruta de un desarrollo sostenible que beneficie a todos y proteja el planeta».