Una de las zonas más áridas del planeta podría ser, en realidad, un oasis arbóreo. A pesar de las duras condiciones para el desarrollo de la vida, una reciente investigación revela que entre las dunas de este inmenso desierto hay millones de árboles escondidos.
El Sahara es el desierto más grande del mundo. Ocupa la mayor parte de África del Norte, desde el Mar Rojo hasta el Océano Atlántico. Cubierto de dunas de arena que pueden alcanzar hasta los 193 metros de altura y con una extensión similar a la de China. Sin duda, el desierto del Sahara es uno de los sitios más hostiles para el nacimiento de la vida.
Los organismos que habitan ahí, ponen a prueba su capacidad de adaptación y únicamente sobreviven los más fuertes. No obstante, la naturaleza se da de maneras inesperadas y un reciente hallazgo podría poner a prueba todo lo que creemos del desierto más grande del mundo. Recientemente han descubierto más de 1,800 millones de árboles individuales habitantes del Sahara.
Según la investigación publicada en la revista Nature, la mayor parte del interés dedicado a los árboles se centra en árboles forestales. Por esta razón, la presencia de árboles fuera de este contexto está poco documentada.
Árboles en el desierto del Sahara
Científicos de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, en conjunto con el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, utilizaron imágenes satelitales de resolución submétrica y aprendizaje profundo para detectar árboles invisibles en el Sahara.
Las cifras de árboles encontrados resultan sorprendentes. Detectaron la inesperada cifra de mil 800 millones de árboles individuales. Cabe destacar, que los autores hacen hincapié en que no se trata de una zona boscosa dentro del desierto. Sino que la presencia de estos árboles es aislada.
Según la investigación, los árboles se extienden en una zona de 1.3 millones de kilómetros cuadrados (el doble de Francia) en el Sahara de África Occidental, el Sahel y la zona subhúmeda. El tamaño de estos solitarios árboles varía, no obstante, se tomaron en cuenta aquellos con un tamaño medio de copa de doce metros cuadrados.
Es decir que los ejemplares presentes en el Sahara son de dimensiones grandes a pesar de mantenerse en soledad. La cobertura del dosel aumenta dependiendo la zona del desierto. Con un aumento del 0,1% (0,7 árboles por hectárea) en las zonas hiperáridas. El 1,6% (9,9 árboles por hectárea) en las áridas y el 5,6% (30,1 árboles por hectárea) en las zonas semiáridas. Sin embargo, el mayor aumento se da en áreas subhúmedas con el 13,3% (47 árboles por hectárea).
El hallazgo de millones de árboles en el desierto del Sahara cambia la perspectiva de la presencia de vida vegetal en las zonas más áridas del planeta.
“La densidad relativamente alta de árboles aislados desafía las narrativas predominantes sobre la desertificación de las tierras secas”.
Esta evaluación sugiere una forma de monitorear los árboles fuera de los bosques a nivel mundial y explorar su papel en la mitigación de la degradación, el cambio climático y la pobreza.
ecoosfera.com