Credit: Kiara Worth | UN Climate Change
No tenemos ni un minuto que perder en esta recta final crucial, y ninguno de nosotros ha dormido mucho, así que seré muy breve en mi mensaje.
Las y los negociadores tienen la oportunidad de iniciar un nuevo capítulo, aquí mismo, en Dubái, durante las próximas 24 horas.
Uno que realmente beneficie a las personas y al planeta.
La mayor ambición climática significa más empleo, una economía más sana, un crecimiento económico más fuerte, menos contaminación, mejor salud. Mucha más resiliencia, protegiendo a la población de todos los países de los lobos climáticos que están a la puerta.
Energía segura, asequible y protegida para todos, mediante una revolución de las energías renovables que no deje atrás a ningún país o comunidad, y que, por el contrario, deje atrás nuestra dependencia de los combustibles fósiles.
Y como he dicho muchas veces, la financiación debe ser la base para ampliar la acción por el clima en todos los frentes.
En breve se acordará un nuevo texto. Los ámbitos en los que hay que negociar opciones se han reducido considerablemente.
Ahora estamos aquí para debatir dos cuestiones:
¿Qué tan alta es nuestra ambición en materia de mitigación, y si estamos dispuestos a respaldar esta transición con los medios de apoyo adecuados para que realmente se lleve a cabo?
Permítanme asegurarles -desde nuestro punto de vista en ONU Cambio Climático- los niveles más altos de ambición son posibles en ambos casos. Lo repito, los niveles más altos de ambición son posibles en ambos casos.
Pero si reducimos en uno, reducimos nuestra capacidad de conseguir cualquiera de los dos.
Así que nos queda la pregunta de cómo llegar aquí a un acuerdo significativo.
En primer lugar, necesitamos eliminar los bloqueos tácticos innecesarios, y ha habido muchos en este camino.
El balance mundial debe ayudar a todos los países a salir de este lío. Cualquier mina estratégica que explote para uno, explota para todos.
El mundo está mirando, al igual que 4 mil miembros de los medios de comunicación internacionales y miles de observadores, aquí en Dubái. No hay dónde esconderse.
En segundo lugar, insto a las y los negociadores a rechazar el incrementalismo.
Cada paso atrás en la ambición más elevada costará incontables millones de vidas, no en el próximo ciclo político o económico, para que los futuros líderes se ocupen de ello. Ahora mismo, en todos los países.
Tercero: preservar y respetar el asiento de cada Parte en la mesa. La inclusión, la representación y la transparencia son pilares fundamentales de este proceso.
Cuarto: en este último minuto del partido, todos los ojos están puestos en los resultados. Esto significa que los resultados más ambiciosos deben ocupar el primer plano.
La realidad es que los resultados más ambiciosos son la única manera de que todos los gobiernos salgan de Dubái con una victoria en su haber.
Una cosa es segura: «yo gano, tú pierdes» es una receta para el fracaso colectivo. En última instancia, lo que está en juego ahora es la seguridad de 8.000 millones de personas.
La ciencia es la espina dorsal del Acuerdo de París, especialmente en lo que se refiere a los objetivos mundiales de temperatura y al límite planetario de 1,5 grados. Ese centro debe mantenerse.
Gracias, amigas y amigos.
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