Un informe independiente titulado «Un nuevo clima para la paz: Actuando frente al clima y los riesgos de fragilidad», encargado por los miembros del G7, describe el cambio climático como «el mayor multiplicador de amenazas» que existe a día hoy. Así, sostiene el documento, el cambio climático debería ser una de las prioridades de la política exterior del Grupo de las Siete mayores democracias industrializadas.
El informe identifica siete complejos riesgos asociados a la fragilidad climática que suponen una grave amenaza para la estabilidad de los estados y las sociedades en las próximas décadas. El documento afirma que para reducir las fuentes de conflicto e inestabilidad de mañana, hay que actuar hoy protegiendo la seguridad alimentaria, remodelando los acuerdos de reparto de agua y reduciendo los riesgos asociados al empeoramiento de los desastres meteorológicos
Después de llevar a cabo un análisis exhaustivo de las políticas existentes de adaptación al cambio climático, cooperación al desarrollo, ayuda humanitaria y construcción de la paz, el informe recomienda que el G7 lleve a cabo acciones concretas, tanto a nivel individual como conjuntamente, para encarar los riesgos de la fragilidad del clima e incrementar la resiliencia de estados y sociedades.