Los municipios han demostrado su insuficiencia para atender la red rural, por lo que la creación del Instituto Nacional de Vías Regionales (Invir), con el apoyo del Banco Mundial –misma entidad que fomenta la cesión de la red terciaria a los municipios–, surge en coherencia con la intención de la administración actual de resolver una problemática estructural del país.
Simón Rubiños Cea | Asesor e investigador del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG)share
La deficiencia de la red vial terciaria es una condicionante estructural que propicia la permanencia de desigualdades territoriales. El mal estado de las vías genera espirales de pobreza. Fuente: Jeimi Villamizar, Unimedios.
El gobierno de Gustavo Petro anunció la creación del Invir, entidad que estará a cargo de construir, mantener y mejorar la red vial terciaria de la nación y que no reemplazará al Instituto Nacional de Vías (Invías), sino que se hará responsable de los 27.000km de red rural que este administra, por lo que el cedente seguirá a cargo de sus otras funciones, relacionadas con la red primaria, ferroviaria y fluvial.
El Invir nace como respuesta al histórico abandono de la red vial terciaria, y también frente a las demandas y prioridades que el Gobierno levantó en el proceso de construcción del Plan Nacional de Desarrollo (PND). Así, en los Diálogos Regionales Vinculantes se presentaron alrededor de 90.000 propuestas con las vías terciarias como unas de las principales preocupaciones de las cerca de 250.000 personas que participaron, junto con educación, salud, empleo y seguridad.
En la versión final de las bases del PND se señaló la disposición del Estado para consolidar la red terciaria mediante una intervención bajo los principios de equidad, cobertura y accesibilidad, y en reconocimiento de su importancia como soporte del sistema agroalimentario colombiano. Además, el Gobierno resaltó el rol de la red rural para consolidar la paz territorial, entendiendo que su mejora permite articular las comunidades con servicios públicos esenciales de salud, educación, alimentación y la presencia del Estado.
Efectivamente, la deficiencia de la red vial terciaria es una condicionante estructural que propicia la permanencia de desigualdades territoriales. El mal estado de las vías genera espirales de pobreza, puesto que se favorece la conectividad de centros productivos económicamente más atractivos y se persevera en la marginación de áreas menos conectadas, en conflicto y vulnerables.
Según el Ministerio de Transporte, esta red llega a 142.000 km reconocidos (280.000 según un estudio del Departamento Nacional de Planeación), de los cuales solo el 6% está pavimentado y el 90% está en regular o mal estado.
Y mientras la condición de las vías rurales empeoraba, la responsabilidad estatal sobre esta red disminuyó producto de la reestructuración del Estado financiada por organismos multilaterales. Esta situación obedece a que en las condiciones de los préstamos otorgados desde de la década de 1980 por entidades como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros, se estableció como requisito la transferencia de la propiedad de las vías hacia los municipios. Así, en cuanto a la responsabilidad sobre las vías rurales, hoy 1 de cada 10km es de la nación, 2 de los departamentos y 7 de los municipios.
Frente a este contexto, y para cerrar las brechas señaladas, el gobierno de Gustavo Petro planteó tres ejes estratégicos: incrementar la inversión en el cuatrienio, llegar a 33.000km transitables y fomentar la participación comunitaria para mejorar la red, todo con el objetivo de consolidar, a su vez, la paz en los territorios.
El gobierno de Gustavo Petro planteó tres ejes estratégicos: incrementar la inversión en el cuatrienio, llegar a 33.000 km transitables y fomentar la participación comunitaria para mejorar la red. Fuente: Jeimi Villamizar, Unimedios.
Sobre los recursos, la administración espera totalizar 8 billones de pesos durante todo el gobierno, superando la histórica inversión de 5,6 billones de pesos alcanzada por Iván Duque. Cabe destacar que entre 2011 y 2020 se invirtieron 6,7 billones de pesos en vías terciarias, y por cada peso se generaron 5 pesos de valor agregado. A su vez, algunos estudios señalan que su mejoramiento reduce la mortalidad general e infantil y la vulnerabilidad de los hogares.
Por su parte, para alcanzar la meta en kilómetros intervenidos, en marzo de este año inició el programa Caminos Comunitarios para la Paz, que les permite a organizaciones de acción comunal, comunidades étnicas y entidades sin ánimo de lucro, postular para mejorar y rehabilitar vías regionales o caminos ancestrales, bajo el liderazgo del Invías, el acompañamiento de batallones militares y la veeduría de las comunidades. En total, cerca de 30.000 organizaciones identificaron obras prioritarias en 220 asambleas comunitarias.
Y para fomentar la participación, en el PND se incluyó la posibilidad de contratar y realizar compras públicas mediante alianzas público-populares, lo que le permite al Estado contratar –conforme al Estatuto de Contratación– la ejecución de obras o compra de bienes hasta por 6.000 smmlv –equivalentes a 7.800 millones de pesos– directamente con comunidades, quienes son realmente las que conocen las necesidades de sus territorios.
Como resultado del impulso del Gobierno para desconcentrar la inversión pública, hasta ahora funcionan más de 1.000 alianzas público-populares en más de 700 municipios, permitiéndoles a las comunidades acceder a recursos con los cuales mejorar sus condiciones de vida, no solo en términos económicos sino también para movilizar la carga y producción local.
No obstante, la estrategia ha sido criticada por el gran empresariado, “por falta de experiencia de estas organizaciones para ejecutar proyectos”. Sin embargo, la Cámara Colombiana de la Infraestructura ha señalado que las pymes del sector están dispuestas a apoyar la iniciativa, por lo que habrá que esperar para ver cómo se pueden sumar a la estrategia.
Para finalizar, los municipios han demostrado su insuficiencia para atender la red rural, por lo que la creación del Invir, paradójicamente con el apoyo del Banco Mundial –misma entidad que fomenta la cesión de la red terciaria a los municipios–, surge en coherencia con la intención de la administración actual de resolver una problemática estructural del país. De su consolidación, formalización y éxito dependerá el incremento de la red y la mejora del estado de las vías existentes, pero también el despliegue de la paz en los territorios y la superación del contexto de marginación que viven a diario millones de personas en todo el territorio nacional.
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