El tanto del extremo de Stockport en la primera mitad nos da una victoria muy sufrida en Kenilworth Road ante un Bournemouth que se vino arriba en la segunda mitad (0-1).
El partido de este fin de semana venía con presión extra para el City. El Liverpool, como tiene que disputar la final de la Carabao Cup, jugó su jornada de Premier League contra el Luton Town entresemana. Pese al tanto inicial de los Hatters, los de Klopp terminaron venciendo por 4-1.
En consecuencia, los Skyblues, con un partido menos, arrancaban la jornada a 4 puntos de los Reds. El margen de error, a medida que avanza la temporada, se va reduciendo. Fallar a estas alturas, si bien no es definitivo, complica las opciones.
Pep Guardiola optó por introducir únicamente tres cambios respecto el once que ganó al Brentford 1-0: Aké, Kovačić y Nunes para dentro.
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FODEN ALLANA EL CAMINO
Sin llegar a salir en tromba como últimamente, el City empezó dominando como de costumbre. Con pausa, los Skyblues maduraban el partido.
Los primeros 20 minutos nos dejaron una oportunidad clarísima para Erling Haaland. Phil Foden bajó del cielo de Bournemouth un balón con un solo toque, que sirvió para habilitar al noruego. En el mano a mano, nuestro delantero buscó la escuadra con la diestra. La ajustó tanto que se le fue por poco.

Justo en la acción posterior, en la otra portería, Ederson se tenía que lucir ante un disparo de Kerkez que se envenenaba. Para evitar más problemas, la mandó a córner.
Superado el ecuador de la primera parte, cuando parecía que el City no terminaba de encontrar esa marcha extra para poner en apuros al Bournemouth, Kovačić sirvió un gran balón para Haaland.
El noruego teóricamente recibía de espaldas, pero con un reverso de 180 grados se deshizo de la marca de Senesi y la cruzó con la zurda.
Neto, muy seguro, sacó una mano prodigiosa para evitar el primero. Afortunadamente, el rebote le quedó franco a Foden, que sólo tuvo que empujarla al fondo de la red. El de Stockport está de dulce: suma ya 4 tantos y 1 asistencia en este mes de febrero.

El tanto nos abrió el apetito. A punto estuvimos de doblar la ventaja en una triple media ocasión entre Stones, Rodrigo y Bernardo Silva. Nos faltó decisión.
Más allá de esta tentativa, el resultado apaciguó después nuestro ánimo y la primera parte ya transcurrió sin ninguna oportunidad clara resaltable de más. Apenas un disparo del Bournemouth en el último minuto del añadido que Ederson se encargó de que no pasara a mayores.
SEGURIDAD DEFENSIVA PARA EVITAR MALES MAYORES
Después del descanso, los Cherries le dieron una marcha extra al encuentro ante un City que no terminaba de estar cómodo en el Vitality Stadium. No generaba peligro y concedía muchos espacios con poco, especialmente por bandas.
Ya en el 54, los de Andoni Iraola avisaron. Semenyo se fue por velocidad por banda derecha y Tavernier no estuvo acertado en el remate desde una posición óptima. Por si acaso, allí estaba Rúben Dias para despejar cualquier conato de incendio.
Los de Guardiola se estrechaban el cinturón. Hay momentos para el disfrute e instantes de pasarlo peor. Aquí es donde la figura de Ederson cobra especial importancia. Un portero de equipo grande debe intervenir poco, pero tiene que estar allí en los momentos clave.
En el 67, a medio Manchester le dio un vuelco el corazón. En un córner botado por banda derecha, Solanke, en una posición nada fácil, remató de cabeza con mucha potencia. Ederson, que estaba dentro de la portería, sacó los puños sobre la mismísima línea para evitar la diana. ¡Nos salvamos por centímetros!
La poca producción ofensiva del City pasaba por el poderío físico de Haaland. En el 75, logró imponerse en un 1v1 contra su marca y su remate con la zurda lo taponó Neto con el antebrazo.
Sin la fluidez necesaria para crear, tocó aplicarse como nunca en línea defensiva. Los Cherries se lanzaron con todo a por el empate con un rush final que nos aceleró las pulsaciones.
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La más clara la tuvo Enes Ünal, que acababa de entrar en el terreno de juego, en el minuto 90. Remató picado de cabeza con todo y el balón rozó el palo izquierdo de la portería de Ederson.
Con el corazón en un puño, seguimos sacando agua del barco hasta el pitido final en uno de los triunfos más sufridos de la temporada. Al fin y al cabo, vencer en días como hoy puede ser la clave para alzar títulos en mayo/junio.