No podemos erradicar el hambre y la pobreza sin empoderar tanto a hombres como mujeres en los sistemas agroalimentarios.


Actualmente, los sistemas agrícolas y alimentarios afrontan una serie de retos sin precedentes. Debemos alimentar a una población mundial creciente en un contexto de nuevas y persistentes crisis: económicas, energéticas, ambientales, alimentarias y sociales. Dichas crisis comprenden conflictos, catástrofes naturales, volatilidad de precios, inseguridad de mercado, migraciones masivas, crisis sanitarias y otras, y todas se ven agravadas por el cambio climático, el agotamiento de los recursos naturales, la rápida urbanización, los cambios en los hábitos alimentarios y los sistemas de vida.

Dados los retos a los que nos enfrentamos, es más importante que nunca crear sistemas agroalimentarios inclusivos, sostenibles y resilientes, para que el sector agrícola pueda funcionar a plena capacidad y ser más eficiente. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reconoce que, para lograr este objetivo, debemos abordar las persistentes desigualdades que afectan al mal rendimiento del sector agrícola en muchos países. Debemos trabajar con hombres, mujeres, niñas y niños rurales y empoderarlos.

Enfocado
El informe de la FAO titulado La situación de las mujeres en los sistemas agroalimentarios

El informe de la FAO ofrece una imagen completa de la situación de las mujeres no solo en la agricultura, sino en los sistemas agroalimentarios en conjunto. En él se presentan amplios datos y enseñanzas adquiridas acerca del género en los sistemas agroalimentarios, con especial atención al modo en que las mujeres participan en las oportunidades socioeconómicas y se benefician de ellas.

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