Sloane Stephens celebró su 31 cumpleaños con una victoria en el único partido de primera ronda entre campeones de Grand Slam en el Miami Open, superando a Angelique Kerber por 6-2, 6-3 en 70 minutos.
«Un gran día en la oficina», dijo Stephens en la entrevista posterior al partido con una sonrisa. «Siento que tuve la fiesta más grande de mi vida y todos ustedes vinieron».
El resultado mejora el sólido récord de Stephens contra Kerber a 6-2 en general en una rivalidad que se remonta a 12 años. Las únicas derrotas del estadounidense en la serie fueron un par de derrotas en tres sets: la primera cuando tenía 18 años en su primer encuentro en Indian Wells 2012 y la segunda en el US Open 2021. Las seis victorias de Stephens se produjeron en sets seguidos.
«[Kerber fue] una de las primeras personas con las que toqué en la gira», dijo. «Estaba arriba 6-2, 5-2 y terminé perdiendo el partido. Fue el partido más difícil que había perdido. Después de eso, se me metió en la cabeza jugar contra ella. Obviamente, ella es una gran campeona. «Ha tenido muchos resultados fantásticos y una carrera con la que la gente sólo puede soñar, así que poder jugar bien contra ella es increíble».
Stephens, campeona de Miami de 2018, avanza para enfrentarse a la cabeza de serie número 19, Sorana Cirstea, en la segunda ronda. La pareja ya se ha dividido en dos encuentros en 2024, con Cirstea ganando 6-3, 6-2 en la primera ronda de Doha, pero Stephens cambió la situación 6-0, 7-5 en la segunda ronda de Indian Wells hace dos semanas. Su enfrentamiento general está igualado con dos victorias cada uno.
Kerber, cuyo mejor resultado en Miami fue una semifinal en 2016, venía de una prometedora cuarta ronda en Indian Wells, la primera vez que ganaba partidos consecutivos desde que regresó de su licencia de maternidad en enero. El récord de la ex número uno del mundo desde su regreso ahora es de 4-8.
¿Hasta dónde llegará Sloane Stephens en el Abierto de Miami de este año?
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Cuartos de final o más allá
Cómo se ganó el partido: Stephens, campeón del US Open 2017, jugó un partido impecable y logró el equilibrio perfecto entre consistencia y agresión. Disparó 26 tiros ganadores y cometió sólo ocho errores no forzados, frecuentemente encontrando una manera de superar a Kerber con tiros en falso sincronizados inteligentemente. Si bien el golpe de derecha característico de Stephens estaba sonando, su revés en la línea también estuvo ahí para ella en los momentos clave.
Stephens, número 41 del ranking, también mantuvo el impulso del marcador. Kerber mejoró su juego al comienzo del segundo set, encontrando el primer quiebre con su propio golpe de derecha característico. Pero Stephens respondió de inmediato, aprovechando la inconsistencia del golpe de derecha de Kerber para igualar el marcador 2-2.
Stephens salvó un punto de quiebre más en el siguiente juego para ponerse 3-2, luego capturó el quiebre clave del servicio de Kerber para 4-2 cuando el alemán anotó un cabezazo.
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