El año pasado cerró con la cifra récord de 142 catástrofes naturales aseguradas que generaron pérdidas económicas por valor de 280.000 millones de dólares y pérdidas aseguradas (indemnizaciones por daños y lucro cesante) de 108.000 millones de dólares, cifras un 2% y un 18,7 % inferiores, respectivamente, a las de 2022, según datos de Swiss Re Institute.

Terremotos, tormentas, inundaciones

Los terremotos de Turquía y Siria, las tormentas convectivas severas y las inundaciones urbanas a gran escala fueron los eventos que más contribuyeron a las pérdidas aseguradas por catástrofes naturales en 2023, en el que la cuantía total bajó respecto a 2022 debido, en gran parte, a que ese año se registró el devastador huracán Ian, en Estados Unidos.

Según la aseguradora suiza, las pérdidas aseguradas podrían duplicarse en los próximos diez años a medida que aumenten las temperaturas y los fenómenos meteorológicos extremos sean más frecuentes e intensos, por lo que es fundamental poner en marcha medidas de mitigación y adaptación.

En su último informe, Swiss Re subraya que en los últimos 30 años, las pérdidas mundiales aseguradas por catástrofes naturales han crecido un 5,9 % anual, casi el doble que el PIB mundial (2,7 %).

Catástrofes más costosas de 2023

La catástrofe natural más destructiva del año pasado fue el terremoto de febrero en Turquía y Siria, con unas pérdidas aseguradas estimadas en 6.200 millones de dólares.

Una mujer sentada sobre los escombros de su casa espera los cuerpos de sus familiares en el lugar de los edificios derrumbados tras un fuerte terremoto, en Hatay, Turquía, el 15 de febrero de 2023. EFE/SEDAT SUNA
Una mujer sentada sobre los escombros de su casa espera los cuerpos de sus familiares en el lugar de los edificios derrumbados tras un fuerte terremoto, en Hatay, Turquía, el 15 de febrero de 2023. Archivo EFE/SEDAT SUNA

De la cifra récord de 142 catástrofes naturales aseguradas de 2023, año de temperaturas récord, la mayoría, unas 30, fueron de gravedad media, lo que implica pérdidas aseguradas de entre 1.000 y 5.000 millones de dólares.

De estas, un total de 21 fueron tormentas convectivas severas (SCS, por sus siglas en inglés), término que engloba una serie de riesgos como tornados, fuertes rachas de viento o granizo de gran tamaño.

Las pérdidas globales aseguradas por SCS alcanzaron en 2023 el máximo histórico de 64.000 millones de dólares, el 85 % de ellos en Estados Unidos.

Por su parte, Europa es la zona que está registrando el mayor crecimiento de perdidas por SCS, con más de 5.000 millones de dólares en cada uno de los últimos tres años.

Tras los ciclones tropicales, las tormentas eléctricas se consolidan como el segundo siniestro más importante debido a la exposición causada por la urbanización y el crecimiento económico y demográfico.

Por su parte, las tormentas de granizo son, con mucho, el principal factor de pérdidas aseguradas por SCS, siendo responsables de entre el 50 y el 80 % de todas las pérdidas aseguradas por estos fenómenos.

El riesgo de granizo, en particular, está aumentando en Europa, principalmente en Alemania, Italia y Francia.

Tendencia al alza

«Incluso sin una tormenta histórica de la magnitud del huracán Ian, que azotó Florida en 2022, las pérdidas mundiales por catástrofes naturales en 2023 fueron graves, lo que reafirma la tendencia de pérdidas de 30 años que ha sido impulsada por la acumulación de activos en regiones vulnerables a las catástrofes naturales», según Jérôme Jean Haegeli, economista jefe Swiss Re.

En su opinión, el calentamiento global dejará tormentas cada vez más violentas e inundaciones de mayor envergadura que, a su vez, contribuirán en mayor medida a las pérdidas.

«Esto demuestra lo urgente que es la necesidad de actuar, sobre todo si se tiene en cuenta la inflación estructuralmente más alta que ha hecho que los costes posteriores a las catástrofes se disparen», ha apuntado.

Medidas de adaptación

Según la aseguradora, el aumento de la exposición al riesgo debido al crecimiento económico y demográfico, la urbanización y la acumulación de riqueza sigue siendo la principal causa que explica el aumento de las pérdidas relacionadas con SCS, y es probable que los efectos del cambio climático agraven la tendencia.

Otro factor de riesgo son los cambios en las vulnerabilidades de la exposición, como el rápido crecimiento de las instalaciones de sistemas de energía solar en los tejados.

En este contexto,  para recortar las pérdidas lo primero que hay que hacer es reducir su potencialidad, con medidas de adaptación como, por ejemplo, la elaboración de códigos de edificación, construir barreras de protección contra inundaciones o desincentivar los asentamientos en zonas propensas a sufrir riesgos naturales. EFEverde